La Unidad del Hospital cuenta con más prestaciones, camas y personal.
El gerente regional de Salud, Rafael López, ha visitado hoy las nuevas dependencias de la Unidad de Ictus del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, un área de cuidados semicríticos que se ha trasladado de la décima a la cuarta planta junto con la hospitalización del Servicio de Neurología, lo que ha supuesto la ampliación de espacios asistenciales, plantilla y equipamiento tecnológico.
Con una inversión en obras de acondicionamiento de 50.000 euros, la ampliación de la Unidad de Ictus, que atiende desde 2008 a pacientes ante cualquier tipo de enfermedad cerebrovascular, pasará de cuatro a seis camas, para lo cual ha sido necesario un incremento de plantilla de seis profesionales en la unidad de hospitalización, entre enfermería y técnicos auxiliares de enfermería.
Las nuevas dependencias consisten en un espacio abierto e integrado, pero independiente del resto de la planta, con control propio de enfermería -con telemetría- y con capacidad para atender a seis pacientes monitorizados.
La mayor amplitud de las instalaciones supondrá una mejor calidad en la atención de los pacientes y una mejora importante en las condiciones de trabajo de los profesionales de la unidad. Entre otras ventajas adicionales, podrán realizarse estudios de monitorización de eco-Doppler cerebral sin necesidad de desplazar a los pacientes y se incorporarán tratamientos de neuroprotección cerebral en investigación, como la hipotermia moderada de superficie.
La Unidad de Ictus del Clínico, que tiene actualmente una población de referencia de 1,3 millones de personas, se ha caracterizado por su intensa actividad en cuanto a la aplicación de los tratamientos de reperfusión cerebral, tanto la trombólisis endovenosa como, en los últimos años, el tratamiento de reperfusión endovascular -recanalización de las arterias cerebrales mediante técnicas de cateterismo por neurointervencionismo-. El número de pacientes tratados con estas terapias ha pasado de 65, en 2008, a 166, en 2016, y de enero a julio de 2017 han recibido estos tratamientos 104 pacientes.
Los resultados de estos procedimientos son cada vez mejores, siendo esencial poder aplicarlos cada vez con menos demora. Estos datos convierten al Hospital Clínico Universitario de Valladolid en uno de los centros especializados con mayor actividad en el tratamiento del ictus a nivel nacional.
De los pacientes ingresados en la unidad, un 50 % recuperan al alta su autonomía funcional y menos de un 25 % permanecen con una discapacidad grave. La tasa de mortalidad intrahospitalaria por ictus se ha reducido hasta el 7 % en 2016. Estos resultados tan favorables han sido posibles gracias al trabajo en equipo e interdisciplinar de un buen número de servicios y unidades del Clínico, a la imprescindible colaboración del Servicio de Emergencias Sanitarias de Sacyl, a los profesionales de Atención Primaria y al trabajo coordinado en red con los hospitales de la Comunidad que derivan pacientes con ictus a Valladolid.




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