Intriga y normalización, detrás del éxito de las series más conocidas y de las apuestas de Netflix.
Netflix es la plataforma de contenido audiovisual que más adeptos ha ganado en los últimos años. Películas, documentales, reportajes y series únicas le han valido hacerse un nombre como forma de entretenimiento, y que destaque frente a sus grandes competidores: principalmente, Amazon Prime Video y HBO. Pero si hay algo que ha hecho que la plataforma se dé a conocer en todo el mundo son sus series, algunas de ellas, como La casa de papel, han conseguido que muchas personas de todos los rincones del mundo se animen a suscribirse a sus servicios de streaming. Sus series se caracterizan por la innovación, pero no todo es novedad: algunos elementos y recursos que están detrás del éxito de las series de Netflix estuvieron también presentes en las ficciones más míticas de todos los tiempos. Capítulos, personajes y anécdotas que han pasado a la historia en series como Friends, Dos hombres y medio y Perdidos, entre otras.
¿Qué tienen en común Dos hombres y medio y Friends? Hay varias escenas de juegos de cartas y celebraciones entre amigos en la mayoría de capítulos, esto hace que la persona que hay detrás de la pantalla se sienta identificada, y es que, al fin y al cabo, las personas de a pie también pasan su tiempo libre echando una partida al poker en 888, al estilo Jennifer Aniston en el capítulo 18 de Friends, o haciendo comidas con sus seres queridos, como Charlie en Nochebuena.
La vida rutinaria también se plasma es las muchas discusiones y conflictos entre amigos, parejas y allegados que hay en estas series, porque al igual que en la vida real, no todo es perfecto. Netflix ha apostado por ese realismo en una de las últimas series que ha añadido a su plataforma: Valeria, basada en una de las sagas de mayor éxito de la escritora valenciana Elísabet Benavent. En esta, Netflix cuenta la historia de Valeria y sus anécdotas diarias, una vida que parece perfecta desde fuera pero que a la protagonista no termina de convencer. Una serie que recuerda, en cierto modo, a la mítica Sexo en Nueva York: charlas entre amigas sobre amor, relaciones, amistad y mucho más. Conversaciones que son muy habituales entre los grupos de amigas de cualquier sociedad, y en ese realismo, está el éxito.
La Casa de papel es, sin duda, una de las series que más éxito ha tenido durante esta última década en la plataforma. No solo ha hecho que Netflix cruce fronteras y se vuelva más conocida como plataforma de streaming, sino que también ha enganchado a personas de todo el mundo. Una serie que ha sido una revolución en muchos sentidos, desde atreverse con una historia tan disparatada hasta la parte cómica de sus diálogos y la sutil crítica social. La clave de su éxito reside en su narración, la forma en que se mezcla la acción narrativa dentro de los edificios oficiales, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre y el Banco de España, con la vida de los protagonistas antes de ejecutar los planes del profesor: se mezcla la acción con el día a día de los protagonistas: primero, por separado, por ejemplo cuando Tokio está disfrutando de Brasil, y luego, todos juntos como grupo, cuando están conviviendo en Italia.
La normalización al mostrar su vida diaria los desmitifica como héroes pero hay algo todavía más importante, algo que les ha garantizado el éxito mundial: esa combinación de escenas, uniendo dos historias entre sí, es lo que hace que el espectador se enganche, que quiera saber qué va a pasar. Así, se consigue que cada capítulo pueda tener un giro con el que dar un vuelco a la trama, y que el público se llene de adrenalina. Ahí es donde está el éxito. No obstante, Netflix no ha sido la primera en conseguir mantener al espectador en vilo hasta el final, enganchado a la pantalla e incluso viendo un capítulo detrás de otro. Fue la cadena norteamericana ABC la que dio el salto hacia este tipo de series, en las que la intriga y el querer saber más atrapan hasta conquistar a todo el público. Perdidos, supo llenar a sus seguidores de intriga y curiosidad rompiendo con todo lo que se había hecho anteriormente.
Los guionistas de Perdidos crearon ciertos interrogantes con los que hacer pensar al espectador, pero además de eso, su trama era como un puzle del que se iba ofreciendo una pieza por capítulo. Es la misma ansiedad narrativa que ha utilizado La casa de papel: historias entrelazadas que se vuelven adictivas, momentos cargados de intriga que se mezclan con flashbacks para que el espectador entienda el presente. Cada capítulo acerca al pasado y al futuro, hasta que el rompecabezas narrativo llega a su final.
El final de Perdidos decepcionó a parte de sus seguidores debido a su ambigüedad, y es que fue un final un tanto abierto, ya que daba lugar a varias interpretaciones. Por ahora, Netflix ha apostado por seguir grabando capítulos de La casa de papel, lo que podría dar lugar a un final igual de ambiguo. ¿El motivo? Cuantos más capítulos, más ardua es la tarea de mantener la intriga. De momento, lo que sí es seguro es que Netflix seguirá buscando el éxito de las series más míticas para sus próximos lanzamientos: es la forma más segura de alcanzarlo.





Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.212