Mucho se comentó al comienzo de la Legislatura el espectacular incremento que registró la nómina de asesores nombrados a dedo (personal eventual de confianza) al servicio del presidente y consejeros de la Junta, que con el gobierno de coalición PP-C´s se disparó hasta un total de 44 puestos. Ahí es donde encontraron acomodo determinados políticos del PP que andaban descolocados, entre otros el ex senador autonómico y ex portavoz del grupo popular en el Senado, Ignacio Cosidó, el “amigo Nacho” de Alfonso Fernández Mañueco.

Poco se ha hablado sin embargo de lo ocurrido en las Cortes, donde a la chita callando se ha ido engordado asimismo la nómina de personal eventual, que ya supera la veintena de puestos. El Gabinete del Presidente acapara seis sin contar a los Jefes de Prensa y Protocolo, otros tres están adscritos a cada una de las dos vicepresidencias y tres más se reparten entre cada una de las secretarías de la Mesa.

Pero la gran novedad en las Cortes ha sido la modificación de la Relación de Puestos de Trabajo para crear otras cuatro plazas de asesores destinadas a los grupos parlamentarios, que jamás habían dispuesto de este tipo de personal eventual, ya que no en vano disponen de una generosa subvención oficial destinada a sufragar sus gastos de funcionamiento, entre ellos los del personal a su servicio. Y la cobertura de estas cuatro plazas no ha estado exenta de algunas curiosidades.

La primera ha sido que, previo cese como Jefe del Gabinete del Presidente, Roberto Abad Collantes ha pasado a ser el asesor oficial del grupo parlamentario de Ciudadanos. La segunda es que el puesto correspondiente al grupo socialista ha permitido a Luis Tudanca repescar al ex procurador leonés Óscar Álvarez, en su día secretario segundo de la Mesa. Y la tercera es que la asesora del Grupo Mixto resulta ser Rebeca Arroyo Otero, secretaria-tesorera de la gestora provincial de Vox en Valladolid.

Se desconoce si el nombramiento de Rebeca Arroyo constituye una compensación al procurador de Vox, Jesús García-Conde, por no ocupar ninguno de las dos dedicaciones exclusivas asignadas al grupo, adjudicadas a Podemos y UPL, o si dicha asesoría irá rotando temporalmente y ha abierto el turno la formación ultraderechista. En todo caso, como sea que estos nombramientos los realiza el presidente de las Cortes a propuesta de cada grupo parlamentario, se supone que el recaído sobre la dirigente de Vox ha tenido que contar necesariamente con el placet del portavoz del Grupo Mixto, que no es otro que Pablo Fernández, el máximo dirigente de Podemos CyL. Que está vez no ha despotricado públicamente como cuando le tocó firmar aquella proposición de García-Conde sobre la Memoria Históríca que calificó de “una mierda y una puta basura”…

El Topillo de Castilla y León