Nada en principio tiene de particular que el presidente de una comunidad autónoma aproveche los resortes legales de que dispone -nombramiento de altos cargos y de personal eventual- para rodearse de personas de su máxima confianza política y personal. Pero en la Junta de Castilla y León nadie lo había hecho tan profusamente como Alfonso Fernández Mañueco, que en esto, como en otras cosas, tampoco tiene parangón.

Fernández Mañueco se ha rodeado de un círculo de colaboradores que, además de ser de su absoluta confianza, tienen otro rasgo común, el de ser de Salamanca. Y no son uno ni dos ni tres, en total, entre altos cargos y eventuales, se elevan a la decena.

El más cercano en el día a día es lógicamente el director del Gabinete del Presidente, Camilo Vázquez Bello, Licenciado en Derecho, lo mismo que el presidente, por la Universidad de Salamanca, es un funcionario del Estado con amplia trayectoria en varios ministerios, habiendo llegado a ser subdirector general del ministerio de Educación y Cultura durante el último gobierno de Mariano Rajoy. Residía en Madrid, pero acudió presto al cargo que le ofreció Mañueco, que tiene rango de viceconsejero.

Al frente de la dirección general de Análisis de Planificación, en la que se preparan los discursos, respuestas parlamentarias y otros papeles para e presidente, Mañueco colocó al periodista salmantino Xavi Domínguez, quien fuera muchos años su Jefe de Prensa, tanto en su etapa de consejero de la Junta como en el ayuntamiento de Salamanca, donde después se hizo cargo del Gabinete de la Alcaldía.

Del ayuntamiento salmantino procede igualmente el director de Comunicación de la Junta, Julio López Revuelta, durante 20 años concejal con múltipes y varias responsabilidades municipales. Sin relación profesional con el mundo de la información, López Revuelta se incorporó al cargo sin conocer el paño y, a tenor de la anárquica política informativa de la Junta, no parece que haya progresado adecuadamente. Dispone de coche oficial para desplazarse a diario desde Salamanca a Valladolid y vuelta.

Junto a estos tres altos altos cargos, Mañueco ha aprovechado la ampliada nómina de personal eventual que se agenció su gobierno para rodearse de otra media docena de paisanos de su confianza. Sabido es que al frente del plantel de asesores no está otro que Ignacio Cosidó, “el amigo Nacho”, el ex director general de la Policía durante la etapa en que se perpetró el “caso Kitchen”, ex senador autonómico por Castilla y León y portavoz del PP en el Senado.

Cosidó es uno de los cuatro ex senadores del PP fichados como asesores del presidente de la Junta, otro de los cuales es el también salmantino Félix Colsa, quien fue director general de Políticas Migratorias de la Junta en la etapa en que Mañueco ocupó la consejería de Justicia e Interior. También forman parte del personal eventual Aurelia Hernández, su secretaria personal en la Alcaldía de Salamanca, e Isabel Hernández Rozas, ex diputada del Congreso y ex concejala del ayuntamiento salmantino.

Dirección de Comunicación aparte, el presidente de la Junta dispone de tres periodistas a su exclusivo servicio. Al frente del trío se sitúa la que fuera su Jefa de Prensa en la Alcaldía de Salamanca, Susana Hernández, secundada por Rosa Masegosa, que, aunque nacida en Barcelona, es salmantina de adopción y, como la anterior, licenciada en Periodismo por la Universidad Pontificia. Al equipo se incorporó el pasado mes de octubre Carlos Rincón, hasta entonces jefe de Local de “La Gaceta Regional” de Salamanca.

No es extraño así que en el Colegio de la Asunción se venga hablando de la “burbuja salmantina”.