La gran Cabalgata de Reyes en la ciudad de Segovia salía del Alcázar con el espectáculo anunciado de luz, sonido y efectos especiales. Pero el temporal se dejaba notar en las calles desde primeras horas de la tarde.

El público, impertérrito, esperaba a Sus Majestades bien abrigado. Con chubasqueros y con paraguas. Los niños necesitaban una gran tarde de ilusión para acostarse esta noche pensando en lo que dejarán los Reyes en cada casa.

Melchor, Gaspar y Baltasar salían de su palacio y saludaban a los críos pasando tanto frío como ellos. Iban acompañados de la luminosa y gran marioneta Dundu que era llevada con ruedas y movida por titiriteros.

Cientos de voluntarios han trabajado hoy, y muchos de ellos han preparado con esmero el desfile de esta tarde por las calles de la ciudad. Han caminado acompañados por los músicos de Os Batucones o la banda de la Unión Musical.

La gran comitiva, a pié, igual que sus Reyes, bajaron hacia la carpa montada junto al acueducto de Segovia para escuchar qué pedían los niños segovianos. Los caramelos y las gominolas también han volado por todo el recorrido. Se han repartido tantas chuches durante el recorrido que pesaban una tonelada y media.