La fotografía corresponde al pago del “diezmo” en compensación por la cesión de la parcela en la que está localizado el Banco de Semillas de Judión de La Granja, a los propietarios del Hotel Los Arcos (familias Escorial y Pinillos). El terreno cedido está situado en las inmediaciones de la Casa de la Máquina en el Real Sitio.

Fueron dos sacos de 20 kilos de Judión de La Granja los que se entregaron, bajo el busto de Tomas Urrialde como Maestro Cocinero de Castilla, a modo de homenaje, como impulsor de la incorporación y divulgación de este producto agroalimentario a la gastronomía de excelencia.

El Judión y Tomás Urrialde

El judión, como alimento de lujo, nace en Segovia. El Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española, en la recopilación Terreros de 1787, define el judión como "judías grandes, que se siembran por lo común cuando las judías y se comen en verde".

Posiblemente, hasta que el judión fue reivindicado por la restauración segoviana, era el pariente pobre de la judía. En La Granja es fama que se plantaba como complemento para los caballos de la Guardia Corps. Es de suponer que con las estrecheces de la posguerra y el abandono de la caballería, alguien descubrió que si se dejaban madurar daban un producto blanco tan apetecible si no más que la propia judía…

La noticia sobre la maduración del judión  llegó al legendario cocinero de Cándido, Tomás Urrialde, que se lo presentó al Mesonero Mayor y decidieron dárselo a probar a los periodistas locales, en su tradicional cena patronal de San Francisco de Sales. Lo contaba Alberto López. "Eran los años 50 y el plato gustó mucho y mi padre decidió incorporarlo al menú habitual".