La noche es larga, aunque sea fría, y las comparsas ponían el color y el humor en las calles de Segovia.

Desfilando hacia el Acueducto y la Plaza iban los chicos de Apadefim, disfrutando de la vida, acompañados por el resto de comparsas: Para que tú lo bailes, Vacceos Los Chirigoteros, Semaforitos, Pasitos y los decanos de La Semifusa. A ellos se han unido grupos de amigos disfrazados de cualquier cosa que tuvieran a mano y también se animaban escolares de Nueva Segovia acompañados de sus padres. El caso era que el desfile del sábado rompiera la fría tarde segoviana con el calor del Carnaval.

Para hacer ruido vale cualquier cosa. Y en ello están muchos carnavaleros que rematan sus coplas con cualquier artilugio. La tradición también tiene su sitio y por las céntricas calles han sonado dulzainas y tamboriles.

El primer desfile ha recorrido la avenida del Acueducto, ha parado en el Azoguejo y se encaminaba hacia la Plaza Mayor siguiendo el trayecto de los reyes que dieron nombre a la Calle Real.

La señora alcaldesa recibía por la Plaza a las comparsas acompañada de varios ediles. Por allí se intentaba bailar. Los encargados del bailoteo eran los de la Ocho y Medio Band apoyados por una discomóvil. El Carnaval ya tiene reyes. Rey y reina. Reina y rey. Tanto monta, monta tanto. Que no es cuestión de abandonar lo políticamente correcto ni en días de carnaval.

Y llega el domingo. El Domingo Gordo según el programa de actos que marca la hora de la concentración. Será a las 12:45 horas cuando los domingueros disfrazados y en comparsa asistan al pregón de Marta Cantero. Luego toca concurso. Un concurso de coplas en fase previa y vuelta a empezar. Si hay reyes hay príncipes. Pues a elegir principitos y princesitas toca. El Domingo Gordo tendremos familia real al completo para rematar el fin de semana carnavalero y volver el lunes a los estudios o el trabajo.

Foto de Ángel Maderuelo