En plena Semana Santa se ha conocido el resultado de la consulta interna evacuada por Podemos sobre sus posibles alianzas preelectorales ante los comicios municipales, autonómicos y europeos de junio de 2019. A la pregunta sobre la concurrencia en coalición “con las fuerzas aliadas del espacio del cambio y con la palabra Podemos formando parte del nombre de la candidatura”, los inscritos en Castilla y León participantes en la consulta (alrededor de 4.000) han votado abrumadoramente a favor.

El problema es que dos no se alían si uno no quiere y Podemos puede corre serios de recibir calabazas por parte de sus potenciales aliados, sobre todo en lo que se refiere a las elecciones municipales. De entrada, lo acordado en la consulta impediría repetir la exitosa confluencia que en 2015 supuso la candidatura “Imagina Burgos”, que consiguió nada menos que seis concejales en la capital burgalesa y dos representantes en la Diputación provincial. A la traumática ruptura que acaba de producirse entre la formación morada y sus antiguos compañeros de confluencia, se añade ahora la dificultad de incorporar el nombre de Podemos a la marca “Imagina Burgos”, lo que dificulta aún más la reedición de la alianza electoral en las elecciones de 2015.

Y puede que no sea el único caso en el que Podemos se encuentre con las mismas dificultades, ya que la relación del partido morado con sus aliados en “Ganemos Salamanca” (4 concejales en la capital y un diputado provincial) tampoco son especialmente boyantes. Por si fuera poco, en el otro ayuntamiento donde tiene una presencia relevante, el de Valladolid, ha surgido una inesperada fricción entre el aparato autonómico del partido y la candidatura instrumental, “Si se puede Valladolid” (tres concejales y un diputado provincial en 2015), a causa de las declaraciones de su portavoz, Charo Chávez, arrogándose la capacidad de pactar alianzas preelectorales con otras fuerzas políticas.

Pero donde lo va a tener todavía más crudo Podemos es con Izquierda Unida, entre cuyas bases existe creciente reticencia a concurrir a las próximas elecciones municipales en coalición con las huestes de Pablo Iglesias. Escaldados por lo ocurrido en las pasadas elecciones generales, donde Podemos impuso su posición de dominio en la elaboración de las listas, son muchos en IU los que quieren recuperar en las próximas municipales la plena autonomía de su marca electoral. Que le pregunten, si no, al alcalde de Zamora, Francisco Guarido, qué piensa acerca de una posible coalición con Podemos. Y como él opinan gran parte de los alcaldes y concejales de la formación que lidera el difuminado Alberto Garzón.

El topillo de Castilla y León