Tras ver como se las ha gastado Pablo Casado con las designaciones de los candidatos del PP a las Alcaldías, el minarete del PP de Castilla y León se tienta la ropa y está en ascuas ante lo que pueda ocurrir cuando llegue el momento de confeccionar las listas de procuradores a las próximas elecciones autonómicas.

Da igual que en el caso de las autonómicas no esté prevista la intervención del comité electoral nacional del PP. Ha quedado claro que no hay norma estatutaria que prevalezca al “dedazo” de Casado. Está además el precedente de Andalucía, donde, si bien se respetó la candidatura del “sorayista” Juan Manuel Moreno Bonilla, desde Génova hicieron y deshicieron en las listas provinciales, colocando al frente de las mismas a afines a la nueva dirección nacional, entre otros varios al ex ministro del Interior Juan Ignacio Zoido, quien encabezó la de Sevilla.

Así pues, Alfonso Fernández Mañueco y su núcleo duro, el mencionado minarete, no tendrán ni mucho menos manos libres para hacer las listas a procuradores. Casado protegerá a quienes le apoyaron en las primarias nacionales y, en particular, atenderá las peticiones que le traslade al respecto Juan Vicente Herrera. Por poner un ejemplo, una de las que con toda seguridad gozará de esa protección será la consejera de Agricultura y Portavoz de la Junta, Milagros Marcos, que aspira a renovar su escaño de procuradora por Palencia y a ser posible esta vez encabezando la lista.

No obstante, el sempiterno cabeza de lista por Palencia y también consejero de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, dotado de la misma flotabilidad que el corcho, tiene garantizado su escaño de procurador, no solo por haber apoyado a Casado, sino además por haberse hecho perdonar su respaldo a Antonio Silván en las primarias autonómicas ganadas por Mañueco. Y parecida es la situación de la consejera de Familia, Alicia García, aunque, tratándose en este caso de Ávila, nunca se sabe cuales pueden ser las intenciones de Casado.

Con todo, lo de las autonómicas va a ser un juego de niños para lo que ocurrirá en las listas del PP al Congreso y el Senado para las próximas generales, en las que previsiblemente Casado entrará a saco sin contemplaciones.

El Topillo de Castilla y León