Golpe mortal a la comedia en Segovia

En los tiempos que corren, los clientes y, me atrevo a decir, los amigos, pues así nos sentimos los que desde hace años recibimos el excelente trato que nos brinda la familia del bar Cervecería Excalibur, referente de Segovia en lo que a hostelería se refiere, y nacional en el mundo de la comedia con los monólogos de humor, nos sentimos incrédulos ante la decisión de la concejala de Obras, Servicios e Infraestructuras, Paloma Maroto, de censurar, y digo bien, censurar el humor en la ciudad de Segovia.
Cuando un local promueve la cultura y el espectáculo en Segovia, una ciudad que los meses de invierno brilla por su ausencia cultural y de ocio, ante un empresario con iniciativa que llevaba ocho años consiguiendo que los viernes de un par de meses al año se convirtieran en un rato del mejor humor a nivel nacional, con la colaboración de los mejores humoristas del momento, decide ahora que una persona sentada en un taburete contando chistes durante una hora, es un espectáculo que puede generar molestias a vecinos y excede lo que la licencia le permite, según sus propias declaraciones.
Creo sinceramente que debe primar la lógica y la razón. No sé qué opinará la concejala de Cultura María Fernanda Santiago Bolaños ante este despropósito; escritora y con una vida dedicada y vinculada a la cultura y la literatura, que promueve actividades culturales tan reconocidas como “Vete al Fresco” o “Hay Festival”, al aire libre y a los que nadie pone pegas a pesar de las incomodidades que para algunos vecinos pueda causar. No creo que a nadie pueda molestar un “espectáculo” cómico que conseguía hacernos olvidar por unos minutos los problemas y avatares cotidianos de cada día. Y todavía parece sorprender que este asunto se haya hecho viral en las redes sociales y ocupe páginas en todos los periódicos.
Me consta, que también otros locales implicados, en este caso en el fomento de la cultura musical, están encontrándose atados de manos ante la enérgica oposición de la concejala Paloma Maroto de dar concesiones a los establecimientos que consiguen, a duras penas, resistir sin cerrar sus puertas gracias a enormes sacrificios; sin que al parecer esta situación importe lo más mínimo a la alcaldesa de Segovia Clara Isabel Luquero, que fue concejala de cultura años atrás.
Un paso atrás, un peldaño más que sortear para los empresarios que irremediablemente acabarán por claudicar y cerrar sus negocios, como ya viene ocurriendo en los últimos años para tristeza e impotencia de los segovianos que, en cuatro meses, tendrán que decidir en la urnas quién quieren que ocupen las diferentes concejalías en las elecciones municipales de mayo.
Cristian Fernández Giner
Segovia al día no se hace responsable de las opiniones de nuestros colaboradores.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.115