Recuperación de un tesoro musical escondido
Publicamos un texto del Rvdo. P. Aurelio Sagaseta, maestro de la capilla de la Catedral de Pamplona sobre la recuperación histórica de la obra "Misa a 8, 5º tono punto alto", de Miguel de Irízar (1635–1684), compositor de origen navarro que fue maestro de capilla en la Catedral de Segovia.
El archivo de Música de la Catedral de Segovia guarda la mayor parte de la obra musical del formidable polifonista español Miguel de Irizar (1635-1684). Este autor, ahora en fase de recuperación, hasta hace unas décadas figuraba en distintas publicaciones como natural de Castilla, Aragón, Andalucía, incluso del extranjero, hasta que el que suscribe encontró en 1983 su partida de bautismo en Artajona (Navarra) en parte gracias a la correspondencia que mantuvo Irizar con distintos maestros de su época, y que el Dr. José López Calo había publicado a mediados del s. XX en Anuario Musical de Barcelona.
Se conocía el Kyrie de la “Misa a 8, 5º tono, punto alto” y la Capilla de Música de la Catedral de Pamplona lo había presentado en distintos conciertos desde New York hasta Japón, Roma o Londres, con unánime aceptación de los oyentes. Se creía que el resto de la misa estaba perdido, pero en 2018 obtuve una copia de la misa entera en el Archivo de la catedral de Segovia. La obra aparecía escrita en una endiablada grafía aprovechando el hueco y reverso de la correspondencia entre Irizar y sus contemporáneos, por ejemplo con el navarro Pedro de Ardanaz, maestro de capilla de la Primada de Toledo etc.
El autor, un humilde fraile maestro de capilla en Vitoria y sobre todo en Segovia, era tan pobre y escaso de medios que recurría al papel de cartas que recibía, donde él mismo escribía a mano los pentagramas y componía sobre ellos. Por eso no hay dos pentagramas iguales... Parte de su gran polifonía se ha conservado gracias a sus cartas, hecho que deja estupefactos y admirados a los estudiosos extranjeros.
Ahora la Capilla de Música de Pamplona quiere estrenar la Misa en Segovia, el sábado 14 de septiembre en la iglesia del Monasterio de Clarisas de Santa Isabel a las 19.30 horas y el domingo 15 en la Catedral (misa de las 12´30 horas).
Las distintas partes de la misa: Kyrie, Credo (“Et incarnatus est”) etc. se han programado en el concierto intercaladas entre sendos motetes de autores anónimos de la Catedral de Pamplona, también recientemente recuperados, y esto por un motivo fundamental que se olvida con frecuencia: hasta que empezaron a utilizarse las misas polifónicas dentro de una sala de concierto (s. XX), nunca antes se habían escuchado seguidas una parte detrás de otra en la liturgia, sino que se han oído siempre entre distintas lecturas, sermón, canon de la misa etc.
En este caso, en el programa presentado en el Monasterio de Santa Isabel los motetes hacen el papel de separación entre las distintas partes del Ordinarium missae. Esto tiene todavía más sentido en Irizar, puesto que toda la misa, haciendo un alarde de técnica contrapuntística, está basada en el tema de una escala de cuatro notas ascendentes y cinco descendentes. Razón de más para no presentar toda la misa seguida, sino con intermedios o cambios de estructura, tonalidad y estética.
La primera parte del programa se presenta en el coro alto con solo uno de los dos coros que requiere la partitura. Mientras baja el coro y se suman ambos grupos corales para la segunda parte, se interpreta al órgano “Registro de dos tiples de séptimo tono, por E la mi” A. Brocarte (s. XVII), organista titular de la Seo de Segovia en el s. XVII y coincidente con el maestro Miguel de Irizar en la catedral.
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Antonio de Brocarte (1629-1696), el más ilustre de la saga de los músicos riojanos Brocarte, arpista, compositor y sobre todo organista titular y estable de las catedrales de Segovia y Salamanca, además de otras ciudades durante un periodo menor. Justo es citar también a mi amigo y condiscípulo en Roma el P. Dionisio Preciado por su trabajo “Los Brocarte ilustres organistas riojanos del s. XVII” publicado en 1987, de cuyo trabajo nos servimos todos.
Surge, propera et veni.- Miguel Navarro es el mejor polifonista del Renacimiento musical navarro. Maestro de capilla de la Catedral de Pamplona, anacoreta por unos años y nuevamente maestro de la Seo, publicó toda su obra en una imprenta de Pamplona en 1614. Ha sido dado a conocer en muchos conciertos por la actual Capilla de Música y por la discografía conjunta de ésta con los grupos especialistas ingleses “Pro Cantione Antiqua” y por “The Scholars”.
Vexilla Regis, es una muestra de la polifonía más antigua conservada en la Catedral de Pamplona, basada directamente en el Canto Llano, ha sido muy utilizada a lo largo de los siglos, como lo atestiguan copias de la obra de distintas grafías.
Celestis urbs Jerusalem, quede como muestra de una cultura musical protagonizada por los Jesuitas en los siglos XVII y XVIII en sus famosas Reducciones, partituras que van apareciendo en fechas recientes en la región de Chiquitos y otras misiones, cuya vida social ha sido descrita por la conocida película “La Misión”. En el ejemplo presentado no se trata de la música creada por el exitoso autor Ennio Morricone para un film, sino de música original, la que hacían los indios de la época.
Regina caeli, procedente de los archivos catedrales de Burgos y Burgo de Osma. Mientras en Sudamérica imperaba la música de Zipoli y autores anónimos locales muy dotados para la música, en España se hacía esta música barroca, igualmente vital y alegre.
John Rutter, autor de nuestros días, quizá el compositor inglés vivo más conocido de nuestros días, canta el Salmo 22 “El Señor es mi pastor” en un delicioso ambiente relajante y campestre con el inigualable sonido del oboe, instrumento identificado con pastores y ovejas desde el Medievo y Barroco hasta el presente.
Richte mir, Gott, 7 v. Esta brillante obra de F. Mendelssohn sirve para cerrar este breve recital de música religiosa, en este caso procedente del culto luterano. El autor musicaliza el salmo 43 que aboga por la justicia de Dios que coloca a cada uno en el lugar que le corresponde en la vida y en la muerte. La obra ha sido Orquesta recientemente por Tomás Aragüés y es muy utilizada en Pamplona por los tres grupos musicales que intervienen en casi todos los actos socio-religiosos oficiales del año: Capilla de Música, Orfeón Pamplonés y Orquesta Sinfónica de Navarra.
Aurelio Sagaseta
Maestro de capilla de la Catedral de Pamplona
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