La trapisonda protagonizada por el ya ex diputado José Miguel González Flores ha terminado derivando en un choque político entre Génova y la dirección autonómica del PP que preside Alfonso Fernández Mañueco. No por la dimisión del susodicho, asunto zanjado por Pablo Casado sin mayor discusión, sino por su sustitución en la secretaria provincial del partido, cuestión que ha reabierto la caja de los truenos en el convulso PP leonés.

En el mismo comunicado oficial en el que se daba cuenta el pasado domingo de la dimisión de González Flores se anunciaba que el presidente provincial del partido, Juan Martínez Majo, propondría como nuevo secretario provincial a David Fernández, presidente en su día de las Nuevas Generaciones del PP leonés. Significaba que Martínez Majo había hecho suya una propuesta que en realidad procedía del secretario general, Teodoro García Egea, el mismo que apadrinó en su momento al defenestrado ex diputado y ex secretario provincial.

Sin embargo, tan solo unos minutos después Martínez Majo aclaraba que esa decisión, la del nuevo secretario provincial, “no está tomada y compete a los órganos del partido”, añadiendo además que había varios nombres sobre la mesa. En ese lapso de tiempo Fernández Mañueco, que desconocía la maniobra de Egea, había saltado como un resorte al conocer que el propuesto era Fernández, un peón de la máxima confianza del ex alcalde y ahora senador Antonio Silván, al que apoyó sin reservas con ocasión de las primarias autonómicas disputadas entre ambos.

Mañueco se ha tomado poco menos que como una afrenta que desde Génova se proponga como nuevo secretario provincial a alguien abiertamente hostil a la actual dirección autonómica. Y de momento, Martínez Majo, desbordado por la situación, ha dejado en suspenso la convocatoria del comité ejecutivo provincial, órgano que tiene que elegir al nuevo secretario, a la espera de encontrar un candidato, si no de consenso, al menos que no levante ronchas entre los bandos enfrentados.

Para completar el panorama, el episodio provocado por el falso título universitario de González Flores se ha cobrado otra víctima en la persona de la hasta ahora gerente provincial del partido, Yolanda Gutiérrez, fulminantemente cesada por orden Génova como sospechosa de haber filtrado el engaño. Cuando las relaciones entre la dirección autonómica del PP y Génova parecían normalizadas, García Egea parece empeñado en volver a enturbiarlas.

El Topillo de Castilla y León