Mañueco, el último de la fila
El último de la metafórica fila que formaran la próxima semana los 17 presidentes autonómicos a la espera de que Pedro Sánchez les llame telefónicamente desde La Moncloa.Y eso será así por el simple hecho de que el orden de las llamadas será el mismo por el que cronológicamente fueron aprobados los Estatutos de Autonomía, lo que sitúa a Castilla y León como farolillo rojo del pelotón.
Siguiendo el argumentario marcado desde la calle Génova, Fernández Mañueco ha hecho suya la sospecha de que este invento de las llamadas tiene toda la pinta de ser una “coartada” para que Sánchez pueda restablecer su comunicación con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, al que dejó de coger el teléfono a raíz de los graves incidentes de orden público ocurridos tras la publicación de la sentencia del “procés”.
El presidente de la Junta, que lamenta que el presidente del Gobierno en funciones no haya contestado hasta ahora a ninguno de los requerimientos que le ha hecho llegar, afirma que atenderá la llamada con la mejor predisposición al diálogo, “pero para reconstruir los consensos constitucionales que tanto bien han hecho a España y a los españoles”. También dice que quiere aprovechar la ocasión para hablar con Sánchez de asuntos de especial interés para Castilla y León, tales como la reforma del modelo de financiación autonómica, la Política Agraria Común o las infraestructuras del Estado pendientes de ejecutar en la comunidad.
La ventaja que tiene para Mañueco ser el último es que cuando le llegue el turno podrá tener información de primera mano sobre los argumentos manejados por Sánchez para tranquilizar a los presidentes autonómicos sobre el alcance de la negociación exigida por los independentistas catalanes para que faciliten su investidura. Basta con que llame a su correligionario Alberto Núñez Feijóo, que será el tercer presidente en ser contactado desde La Moncloa. El primero será el lendakari Iñigo Urkullu y el segundo el citado Torra.
El inconveniente es que, cuando llegue el turno de Mañueco, Sánchez estará hasta el gorro de repetir lo mismo y también de escuchar los mismos argumentos por parte de los presidentes del PP. Aunque a buen seguro que lo que peor lleve el presidente en funciones sea tener que soportar a algunos de los suyos, como García Paje o Lambán, que comparten los mismos recelos de la derecha patria. En este sentido, si de verdad las llamadas eran una coartada para hablar con Torra, en el pecado va a llevar Sánchez la penitencia.
El Topillo de Castilla y León
Segovia al día no se hace responsable de las opiniones de nuestros colaboradores.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.160