Diálogo Social: Crónica de una tormenta anunciada
Era simple cuestión de tiempo que a Alfonso Fernández Mañueco le estallara en pleno rostro (que, desprovisto de gafas, es más perceptible que antes) esa pretendida “seña de identidad” llamada Diálogo Social. No hacía falta ser muy sagaz para advertir que el relevo en la consejería de Empleo presagiaba negros nubarrones en la relación de la Junta y los agentes sociales. Más que nada porque la nueva consejera, Ana Carlota Amigo, es de obediencia ciega al vicepresidente de la Junta, el inevitable Igea, y éste ha tenido siempre en los sindicatos una de sus fijaciones.
UGT y Comisiones Obreras sabían que iban a echar de menos al dimitido Germán Barrios, pero no esperaban que a las primeras de cambio la amiga Ana Carlota fuera ponerse por montera acuerdos del Diálogo Social suscritos por el propio presidente de la Junta. Y no cualquier acuerdo, sino uno tan sensible como el de las ayudas complementarias a trabajadores en ERTEs pactadas el pasado 25 de marzo.
Ambos sindicatos y la patronal Cecale se llevaron ayer una sorpresa mayúscula cuando se desayunaron en el Bocyl con una orden de la consejería que derogaba otra anterior de fecha 29 de abril, modificando unilateralmente las bases reguladoras para la concesión de dichas ayudas. Sorpresa mayúscula toda vez que los agentes sociales estuvieron reunidos en la tarde del miércoles con la consejera sin que la amiga Amigo les informara de la inminente públicación de unas nuevas bases reguladoras.
La reacción de los agentes sociales no se ha hecho esperar. UGT, CC.OO. y Cecale suscribían ayer un comunicado conjunto solicitando al presidente de la Junta una convocatoria urgente del Consejo del Diálogo Social “para reconducir lo que a todas luces es una agresión, un incumplimiento muy serio y grave de los acuerdos firmados en torno al Covid-19”.
Por más que Igea haya contribuido lo suyo a desatar la tormenta, es Fernández Mañueco, el valor de su firma y su palabra, lo que queda complemente en entredicho. Con otro detalle que prueba la premeditación y alevosía con las que ha obrado la Junta: La orden incluida ayer en el Bocyl lleva fecha de 26 de junio, lo que significa que su publicación se ha demorado justo los días necesarios para que no se conociera antes del debate del Estado de la Comunidad. Que me perdone el de aquí al lado, pero lo de aficionados al trile es una definición muy indulgente. Los Mañueco, Igea y sus respectivos adláteres llevan tiempo acreditando que son trileros de constatada vocación.
El Topillo de Castilla y León
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