La historia de Valsaín también tiene una fuerte vinculación con la realeza y la riqueza del entorno
El municipio de San Ildefonso guarda la belleza y el encanto del Palacio y sus jardines, la Real Fábrica de Cristales y así un largo etcétera. Pero también incluye los montes de Valsaín. Un recorrido por la historia de este otro Real Sitio, el de Valsaín, nos descubre su importancia y valor de su pinar, así como los pasos que se siguieron en la construcción del Palacio.
Es otro Real Sitio, ubicado a tan sólo cuatro kilómetros al sur de San Ildefonso. En las páginas turísticas destacan la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, a quien dedican sus fiestas patronales a finales del mes de agosto; la Iglesia de la Pradera; los restos del Palacio de Valsaín; la Cañada Real y bellos parajes naturales como los pinares, el parque de la Boca del Asno o Los Asientos. También hay que destacar la Fábrica de Madera de los famosos pinos de Valsaín y el Centro Nacional de Educación Ambiental, el CENEAM.
El Ministerio de Medio Ambiente nos recuerda que los Montes de Valsaín se encuentran situados en la vertiente norte de la Sierra de Guadarrama, con una superficie forestal de 10.672 hectáreas, comprendiendo los montes Matas y Pinar de Valsaín, números 1 y 2 del Catálogo de Utilidad Pública de la provincia de Segovia. En la actualidad son propiedad del Organismo Autónomo Parques Naturales, quien los gestiona a través del Centro Montes de Valsaín.
Estos montes no fueron explotados de forma claramente industrial hasta principios del siglo XIX, pero su excelente madera era conocida desde la Edad Media. Fue utilizada en la construcción de singulares edificios tanto reales como religiosos. La madera de Valsaín forma parte de las estructuras de la Iglesia de Santa María la Real de Nieva, los monasterios de Santa María del Parral y San Lorenzo del Escorial, el Alcázar y la Casa de la Moneda de Segovia, los palacios de El Pardo y Aranjuez, así como los Reales Sitios de San Ildefonso y Riofrío.
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El Aserradero
Dentro del Monte de Valsaín, en la Sierra de Guadarrama, se encuentra ubicado el Centro del Aserradero, en su día, Real Aserrerío Mecánico. Aquí “se procesa la madera que se extrae de los Montes de Valsaín conforme a un Plan de Ordenación que tiene más de un siglo de antigüedad. Es un aserradero automatizado y dotado con moderna maquinaria para su proceso de producción”. El Aserradero fue fundado en el año 1884 al amparo de la Casa Real. En la actualidad ocupa una superficie total de doce hectáreas, la titularidad de los terrenos es cien por cien pública y tiene la consideración de zona industrial.
En su libro “El Real Sitio de Valsaín”, la historiadora Mª Ángeles Martín González, explica que en el libro de la Montería de Alfonso XI aparece ya el vocablo Valsaín, siendo varias las teorías existentes sobre su etimología. Hay quien sostiene que se llamaba Valsabín, por el gran número de sabinas que había en este lugar. “Recientemente Gregorio de Andrés ha investigado sobre esta cuestión. El autor fundamenta su estudio en que muchos nombres de las tierras de Segovia y Ávila proceden de las familias que las repoblaron después de la Reconquista. Asimismo, existen municipios cuyos nombres tienen idéntica procedencia”. Para este autor, el segundo término “Savín” tiene su origen en el primer poseedor de este valle en la repoblación de Segovia.
Hablar de Valsaín es hablar de su pinar. Los pinos silvestres de sus bosques han sido definidos con frases como “silueta oriental, tonalidad rojiza en su tronco alto, verde oscuro en el conjunto de su ramaje y gris en los abundantes líquenes que los recubren o cuelgan de sus ramas” o “como los más bellos ejemplares de España”. Mª Ángeles Martín González resalta que la pertenencia de Valsaín a la Corona suscitó continuas discusiones, ya que la belleza y las altas cualidades del terreno no pasaron inadvertidas a los Reyes. “Buena prueba de ello son las Cédulas Reales que con tanta frecuencia se expidieron, tendentes a velar y acotar la caza mayor y menor, las aves de volatería y la pesca. Para conseguir tales propósitos se fijarán los límites” .
El palacio
Otro momento importante para Valsaín fue la decisión tomada por Felipe II, de construirse su propio palacio. Su padre, Carlos V, visitó y residió en la Casa del Bosque, pabellón de caza desde la época de Enrique III, “pero no se preocupó de dar a la Casa una fisonomía propia, dejando que fuera su hijo Felipe quien se encargara de la remodelación del antiguo pabellón de caza o, para ser más exactos, de la construcción de un verdadero palacio”.
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Felipe II pasó momentos muy agradables en Valsaín, acompañado de su esposa Isabel de Valois. Aquí nació su hija Isabel Clara Eugenia y sus vecinos fueron testigos de “los grandes festejos que durante ocho días se celebraron en Segovia y Valsaín con motivo del nuevo matrimonio de Felipe II con Ana de Austria”.
La construcción del Palacio de Valsaín o Casa Real del Bosque de Segovia fue encargada al arquitecto Luis de Vega, quien realizó las trazas que luego continuaría su sobrino Gaspar de Vega. Su aportación más importante fue la construcción de las cubiertas de pizarra. “Fue el Palacio Real de Valsaín el primer edificio rematado de este modo en España”, señala la historiadora Mª Ángeles Martín González. Las obras se iniciaron en 1552. En los años siguientes se levantaron el Corredor de la Delantera y corredores anejos, el Cuarto Real alto y bajo, la Sala Grande del Cuarto del Cierzo y los corredores del Patio Principal. En la década posterior se labraría el Pórtico de Entrada. “Abrió en su frente las siete ventanas, viniendo ‘de medio a medio de los siete arcos’ y quedando ‘por lo alto’ todas a un mismo nivel”.
También se alzaron las Torres y la Torre Nueva y se llevaron a cabo los jardines, los puentes sobre el río. “En resumen, se puede afirmar que Valsaín contó con su propio Palacio en poco más de una década [...] En el siglo XVII, Valsaín continuó siendo un lugar de recreo y descanso de la Corte, aunque con un marcado distanciamiento por parte de los monarcas de la época que, por razones sumamente conocidas en el caso de Felipe III y Felipe IV, ubicaron sus residencias al capricho de sus poderosos validos”. Durante la primera parte de este siglo dejarían su huella en el Palacio dos grandes arquitectos: Juan Gómez de Mora y Pedro de Brizuela.
El primero fue el encargado de imponer el ladrillo como material de construcción en sus obras. Brizuela, que trabajó en el Alcázar y la Catedral de Segovia y es el responsable de la fachada de la Casa Consistorial de la capital, realizó en Valsaín la única planta, al menos documentada, de este edificio.
En manos de Felipe V
Durante el reinado de Carlos II, el último de los Austrias, el Palacio sufrió un pavoroso incendio. Parte del edificio quedó destruido, su futuro y esplendor quedó en manos de Felipe V, que se enamoró del Pinar de Valsaín. Tras los tratados que pusieron fin a la guerra de Sucesión de España, el rey centró más sus esfuerzos por recuperar el Palacio. Depositó su confianza en el arquitecto Teodoro Ardemans. “Las resoluciones adoptadas a lo largo de estos años, junto con las tasaciones y memoriales redactados son fieles reflejo del firme propósito de dar a este Palacio la categoría perdida. Pero todo aquello quedó en una buena intención. Por estas mismas fechas se decidió que, a poca distancia, se construyera un nuevo palacio: La Granja de San Ildefonso, que, obviamente, viene a representar un estilo bien distinto al de los Austrias”.
El siglo XIX supuso para el Palacio de Valsaín el total abandono, con el derrumbe continuo de las partes que resultaron más afectadas en el incendio de 1686. Esta localidad seguía contando con un valor fundamental: el pinar. Durante el reinado de Alfonso XII se instaló un aserradero buen avanzado para la época con lo que aumentó la explotación del pinar. Las opiniones vertidas por varios detractores llevó a aprobar un proyecto de ordenación, “basado fundamentalmente en dividir el pinar en nueve zonas o cuarteles, división que aún hoy se mantiene: Vedado, Botillo, Vaquerizas Altas, Vaquerizas Bajas, Maravillas, Siete Picos, Cerro pelado, Aldeanueva y Revenga”.
Original publicado en Páginas de Segovia Nº 75
Pablo Mosácula. Septiembre de 2002
Imagen superior: Vista del Palacio de Valsaín (circa 1633), de Félix Castello. Patrimonio Nacional






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