Hace cosa de tres meses, concretamente el pasado 11 de septiembre, “El topillo” daba cuenta de que la investigación judicial del “caso Kitchen”, la operación ilegal montada desde las cloacas del Estado para intentar robar a Luis Bárcenas sus pruebas sobre los mangoneos financieros del PP, había disparado las alarmas en el Colegio de la Asunción. El motivo no era otro que la previsible implicación en esa trama del ex director general de la Policía, el salmantino Ignacio Cosidó, a quien su paisano y amigo Alfonso Fernández Mañueco habia designado un año antes asesor del Gabinete del Presidente de la Junta, donde supuestamente se ocupa de realizar informes relacionados con el mundo rural y el problema de la despoblación.

Y lo que era de temer se confirmó ayer a través de la declaración prestada en la Audiencia Nacional por el ex número dos de la Policía, Eugenio Pino, uno de los antiguos responsables policiales investigados por la operación ilegal contra el ex tesorero del PP, realizada sin mandamiento judicial y financiada, para mayor oprobio, con cargo a los fondos reservados del ministerio del Interior. Según ha publicado el diario “El País” basándose en fuentes de la investigación judicial, el ex director adjunto operativo de la Policia ha delatado sin contemplaciones al que fuera su superior: “Cosidó lo sabía todo, yo despachaba con él”, afirmó ayer ante el juez Manuel García Castellón.

Ello permite presagiar que Cosidó no tardará en ser llamado a declarar por García Castellón, ya veremos sin en calidad de testigo o directamente como investigado por su más que presunta implicación en la trama. Y de igual modo, nadie duda de que el actual asesor del presidente de la Junta tendrá que comparecer ante la comisión de investigación constituida en el Congreso de los Diputados en relación con el caso. Con semejante perspectiva por delante, queda por ver como resolverá Fernández Mañueco tan enojoso y vidrioso trance, y hasta cuando podrá mantener al “amigo Nacho” en el puesto de personal eventual de confianza para el que le nombró en septiembre de 2019.

Con una retribución anual de 55.120 euracos, Cosidó es el mejor remunerado de los 13 eventuales nombrados por el actual presidente de la Junta. La nómina de personal eventual consta de otros 28 puestos designados por el consejero de Presidencia, Ángel “Rompetechos” Ibáñez, media docena de los cuales trabajan a mayor gloria del vicepresidente, consejero de Transparencia y portavoz, Francisco Igea.