
Tras un final de temporada estratosférico para el Real Madrid, en el que el conjunto blanco volvió del confinamiento en un estado de forma muy por encima al del resto de los rivales con los que tuvo que competir, la escuadra de Zinedine Zidane comenzó el presente curso bastante por debajo del nivel de forma al que nos tiene acostumbrado.
Hasta este fin de semana, el Real Madrid se encontraba lejos de la cabeza de la clasificación. Con un total de cinco partidos jugados, que se repartían en cuatro victorias, un empate y una derrota. Unos números muy pobres si tenemos en cuenta que nos referimos a un equipo capaz de llevar a cabo una racha de quince partidos invictos en LaLiga desde el pasado 14 de junio.
No obstante, la agenda deportes de fin de semana le dio al conjunto blanco una oportunidad única: poder recuperar sensaciones midiéndose a su máximo rival histórico: el F.C. Barcelona. Un partido que siempre despierta la atención del público, pero que este año cobraba una especial importancia. Como consecuencia del momento de forma que ambos conjuntos estaban atravesando hasta este momento.
Zinedine Zidane, la piedra angular de este cambio de imagen
Tras 90 minutos de juego, el resultado fue de 1 - 3 para el conjunto blanco. No obstante, y mucho más allá del resultado final, conviene destacar especialmente la esencia que el equipo comandado por Zidane impregnó en el campo. Inaugurando el marcador en el minuto 5 y no dejando ni una opción a su rival de poder encontrar su sitio en el campo.
De entre todos los involucrados en este cambio de tendencia, es Zinedine Zidane uno de los principales responsables. El francés, siempre característico por el buen manejo que ofrece de todas las situaciones de presión a las que ha tenido que enfrentarse a lo largo de toda su carrera. Y, en esta ocasión, la situación no iba a ser diferente.
Con una filosofía de trabajo basada en el posicionamiento de sus jugadores como principal piedra angular de su proyecto, la filosofía del entrenador francés siempre ha sido la de que toda la presión, y las críticas derivadas de ésta, recaigan sobre su figura. Creando un clima lo más cómodo posible para sus pupilos.
Una situación que ha permitido durante las últimas temporadas que sus jugadores puedan saltar al campo con la mínima presión posible. En este curso 2020 / 2021, la historia ha vuelto a repetirse.
Con Sergio Ramos como el principal punto de apoyo del entrenador, el Real Madrid ha logrado superar una situación en la que nadie apostaba por ellos, hasta recuperar sensaciones y salir victorioso del Camp Nou ante su gran rival. Desplegando mucho más que un juego, creando una filosofía muy personal y característica, que logró ahogar el juego del F.C. Barcelona desde el primer minuto.
La forma física, el gran secreto del actual Real Madrid
Durante todo el encuentro, el desgaste físico por parte de los jugadores del Real Madrid quedó latente desde el primer segundo. Tal y como afirmó el capitán Sergio Ramos a la conclusión del mismo "Hemos corrido lo nuestro y de del compañero que tenemos al lado". Sin duda, toda una declaración de intenciones sobre cuál va a ser la filosofía que vamos a poder encontrar en este Real Madrid. Una seña de identidad que perdieron ante sus encuentros disputados tanto con el Cádiz como con el Shakhtar, pero que parece haber recuperado en el momento necesario.
Una seña de identidad que parece haberse conseguido a partes iguales tanto en el terreno de juego como fuera del mismo. Durante los momentos previos al Clásico, Zidane siguió con su discurso de unidad, tratando de proteger a todos sus jugadores de las incesantes críticas que estaban llegando desde una gran parte de los medios de comunicación, así como por parte de sus seguidores a través de las redes sociales.
De nuevo, el entrenador francés decidía convertirse en el mejor escudo posible hacia sus jugadores y lograr crear el escenario perfecto para que su única preocupación fuera el nivel de juego demostrado durante el encuentro.
El deporte recupera, de manera progresiva, su normalidad
La temporada 2020 / 2021 llega tras un año especialmente complejo. En el que el deporte parece haber perdido parte de su esencia como consecuencia de la irrupción de la pandemia en la que nos encontramos inmersos. No obstante, indicadores como la opción de poder jugar con los bookmakers extranjeros y el creciente interés que comienzan a despertar este tipo de encuentros conforman un escenario en el que parece que el deporte comience a recuperar, de manera progresiva, su particular normalidad.
La creciente oferta de servicios en torno a este disciplina, como demuestra la activación del servicio de autobús Segovia - Madrid para poder llevar a cabo los traslados, el mejor argumento para entender esta creciente popularidad.










