Del circo que supone cualquier campaña electoral puede esperarse cualquier cosa, y la de Cataluña, de por sí ya de lo más atípica por celebrarse en plena pandemia, no iba a ser una excepción. Pero la intervención este domingo del presidente de la Junta y del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, en un acto programado por el PP catalán ha roto los moldes electorales hasta ahora conocidos.

Junto a los demás presidentes autonómicos del partido, Mañueco estaba convocado telemáticamente para participar en un acto de apoyo a Alejandro Fernández, el candidato del PP a la presidencia de la Generalitat, “conclave” que contaba con la presencia de Pablo Casado, volcado estos días en la campaña catalana. Y llegado su turno, el presidente de esa comunidad sorprendió a propios y extraños -sobre todo a los propios- dedicando una encendida loa, no al candidato Fernández, sino al presidente nacional de su partido.

“Quiero hacer especial referencia a la persona de nuestro presidente nacional”, anunció Mañueco. Y a Casado se refirió en estos términos: “Como siempre, liderando nuestro partido; como siempre, en primera línea; como siempre, dando la cara, llevando el mensaje por todas las tierras de nuestro país, de nuestra nación”. Unas palabras de adhesión inquebrantable que en absoluto venían a cuento cuando Casado no es candidato a nada y estaba allí, como todos demás, con el único objetivo de apoyar la campaña del PP catalán y a su cabeza de cartel en estos comicios.

Cabe pensar que muy tocado está por su pésima relación con la dirección nacional del PP, que le tiene abierto un expediente como presidente del grupo parlamentario popular de las Cortes por presunta “desobediencia a los órganos de gobierno y representación del partido”, para rebajarse a pelotear públicamente a Casado de manera tan sonrojante. Ni que decir tiene que ninguno de los otros presidentes autonómicos del PP, los Núñez Feijóo, Moreno Bonilla, Díaz Ayuso y López Miras, se sintió impelido a dirigirse en ese tono laudatorio al presidente nacional del partido.

Y una curiosidad: En la reseña del acto ofrecida en la página web del PP de Castilla y León se omite cualquier referencia a ese pasaje de la intervención de Mañueco, lo que confirma el propósito de mero peloteo interno de la loa. Ahora falta por ver si a Casado le conmueve esa adulación o la considera un signo de debilidad que le refuerza en su idea de moverle la silla al actual presidente en el próximo congreso autonómico del PP. Veremos.