Sea por fas o por nefas, de un tiempo a esta parte el hemiciclo de las Cortes se ha convertido en un auténtico hemicirco, lo cual sería más soportable si los funambulistas supieran guardar el equilibrio y los payasos no tuvieran menos gracia que el cobrador del frac. En la sesión plenaria de ayer la proposición no de ley presentada por el PP contra los indultos a los condenados del proces deparó el espectáculo que de antemano cabía esperar.

A juicio de “El topillo”, espectador en silla de pista, la única intervención salvable fue la del procurador leonesista, Mariano Santos Reyero, quien, vistos los fines espurios de la iniciativa, optó por no sumarse al espectáculo, absteniéndose de participar en su votación. Algo parecido a lo que hizo el peneuvista Aitor Esteban con ocasión de la moción de censura presentada por Vox contra Pedro Sánchez.

La procuradora de Vox, Fátima Pinacho, se limitó a reivindicar la contundencia de su partido contra el independentismo catalán cuando todavía el gobierno de Mariano Rajoy templaba gaitas con la Generalitat que presidía Puigdemont. Pero para ardor patriótico el de la portavoz de Ciudadanos en el debate, Marta Sanz, que culminó su soflama desplegando desde el atril una bandera roja y gualda. Un gesto que le valió una llamada al orden por parte del presidente de la Cámara y compañero de lo que queda de su partido, Luis Fuentes.

“Solo le ha faltado a usted la cabra”, dijo la socialista Patricia Gómez Urban a propósito de la intervención de la procuradora Sanz, quien hace tiempo que viene desbordando al PP por la derecha, haciéndose firmemente acreedora a su inclusión en las próximas candidaturas de Vox.

Pablo Fernández, el procurador de Podemos, se despachó a gusto contra la proposición y amenazó con emular aquella celebrada intervención en la que José Antonio Labordeta mandó literalmente a la mierda a los diputados del PP. Al final no se atrevió a tanto y lo dejó en un “váyanse ustedes a esparragar”. Y para rematar el espectáculo, el portavoz del PP, Raúl de la Hoz, solicitó que la iniciativa se votara nominalmente por llamamiento, como queriendo subrayar quienes no la respaldaran incurrirían poco menos que un delito de lesa patria. La votación nominal constituyó otro número circense, ya que fueron muchos los procuradores que aderezaron el “sí” o el “no” con coletillas personales de toda clase.

Todo ello en vísperas de la nueva manifestación de la plaza de Colón, a la que no asistirá el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, quien, a falta de mejor excusa, ha disculpado su ausencia con el argumento de que coincide con la celebración de San Juan de Sahagún, fiesta patronal en Salamanca. “De manera que se está rompiendo España y usted se queda comiendo hornazo en Salamanca”, le ha reprochado en torno de humor Wyoming en “El intermedio” de La Sexta.