A las 09,00 horas del 27 de febrero se recibió el aviso de una pareja de jóvenes manifestando que habían pasado la noche en el refugio Arangez y al tratar de salir había tanta nieve que lo hacía imposible.

Se pasó el aviso al EREIM de la Guardia Civil de Riaza, dos de cuyos componentes se prepararon para la búsqueda, cogiendo raquetas ropa y comida caliente para los alertantes. A las 11 horas aparcaban el vehículo oficial en la Pradera de Navalhorno, comenzando la subida hasta el refugio.

Debido a la existencia de zonas con más de metro y medio de nieve, la fuerte ventisca, la intensa niebla, que no se apreciaban las pistas del monte, ni cauces de ríos, por lo que al fuerte ascenso se le añadían estas dificultades y, aun siendo especialistas les costaba el acercamiento al refugio.

Tras casi siete horas caminando llegaron a alcanzar a los alertantes, una pareja de 28 y 30 años vecinos de Madrid que, presentaban leve hipotermia y hambre, por lo que una vez facilitada la ropa, la comida caliente y raquetas para poder andar por la nieve, se les acompañó hasta la Pradera, realizando buena parte del tramo de noche, añadido a las dificultades descritas configuró un duro trazado, también para todos.

A las 21,30 horas se dejó a estas personas en su vehículo que, además hubo que desenterrar por estar cubierto.