La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) ha solicitado bonificaciones para ayudar al sector agrario a hacer frente al aumento de los costes salariales derivados del incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en un 5%, alcanzando los 1.134 euros en 2024.

A lo largo de los últimos cinco años, los costes salariales en la agricultura han tenido un impacto significativo en las finanzas de las explotaciones, sumado al aumento de los precios de los insumos de producción y a unos precios de venta que no compensan estos incrementos.

ASAJA no se opone al aumento del SMI para los trabajadores, pero insta a establecer bonificaciones al empleo para los empresarios agrarios, tal como lo han solicitado las organizaciones empresariales (CEOE y CEPYME) en las reuniones con el Ministerio de Trabajo y los agentes sociales. La situación actual en el sector agrario es preocupante, con factores como la sequía, el encarecimiento de los insumos y los bajos precios de venta, lo que ha llevado al cierre de un número creciente de explotaciones.

La asociación ya había advertido en febrero de 2023 sobre el impacto negativo de las subidas del SMI en el empleo agrario, señalando que en 2022 se produjo una caída de 86,900 trabajadores en el campo debido al aumento de los costes salariales y a los efectos adversos de la reforma laboral. En 2023, solo en el tercer trimestre, se registró una disminución de 34,000 empleados en comparación con el año anterior. ASAJA prevé que el nuevo incremento del SMI agrave aún más la tendencia de reducción de empleo en el sector.

ASAJA destaca que el aumento del SMI podría tener repercusiones en el precio de los alimentos, algo que el Gobierno intenta contrarrestar mediante la prórroga de la reducción del IVA para algunos productos básicos de la cesta de la compra.