Agentes Medioambientales de la Junta de Castilla y León en Segovia sorprendieron a un cazador furtivo utilizando un visor nocturno acoplado a su rifle durante una cacería nocturna de jabalíes en un coto privado de Riaza.
La Ley de Caza de Castilla y León prohíbe expresamente el uso de este tipo de dispositivos, considerándose una infracción grave que conlleva multas de hasta 10.000 euros, la retirada de la licencia de caza e inhabilitación para obtenerla durante un plazo de hasta tres años.
El uso de visores nocturnos, especialmente los visores térmicos, ha aumentado en los últimos años entre los cazadores furtivos, ya que permiten localizar a las presas tanto de noche como de día.
La Junta de Castilla y León intensifica los controles durante la temporada de caza para garantizar que la actividad se realiza de forma legal y sostenible. Se anima a los ciudadanos a denunciar cualquier práctica ilegal que observen.
La Orden Anual de Caza de la Comunidad regula la práctica cinegética, estableciendo las especies cazables, los periodos hábiles, las modalidades de caza y las normas de seguridad.
En este caso, se procedió a la denuncia del cazador furtivo, al decomiso del arma y del visor, y se le abrirá un expediente sancionador.
Este tipo de prácticas no solo son ilegales, sino que también ponen en riesgo la seguridad de los cazadores y del resto de usuarios del medio natural.
La caza responsable y sostenible es fundamental para la conservación de la fauna y la biodiversidad.
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