Cuando se habla de fútbol, la palabra “evolución” parece ser el término que mejor define a Julián Álvarez en este momento. Su andar reciente por el Atlético de Madrid y la Selección Argentina ha sido una verdadera montaña rusa, pero ahora está viviendo un momento dulce.
Una llegada al Atlético con más sombras que luces
El aterrizaje de Álvarez en el Atlético de Madrid no fue lo que muchos imaginaban. A pesar de la gran inversión realizada por el club madrileño para reforzar su plantilla, los primeros encuentros del delantero no han logrado convencer por completo a la afición, y los hinchas no han tardado en manifestar su descontento.
En el último encuentro antes del parón de selecciones, Álvarez marcó el único gol del Atlético en el empate ante la Real Sociedad. Aquel tanto, que sumaba su tercera diana en la temporada con la camiseta rojiblanca, fue un indicio de que el delantero estaba encontrando su lugar en el esquema de Diego Simeone.
Más allá de los goles, uno de los aspectos que más ha llamado la atención en este proceso ha sido su creciente entendimiento con Antoine Griezmann. La conexión entre ambos está comenzando a dar sus frutos, creando una dupla ofensiva que ilusiona a los aficionados del Atlético. Con esta dupla se espera mejorar los resultados en la Champions League, donde, tras un inicio algo irregular, buscarán situarse de nuevo entre los favoritos en las apuestas Champions League y así volver a competir al máximo nivel europeo.
Un rendimiento confirmado con la Albiceleste
Si bien el proceso de adaptación en el Atlético ha sido más gradual, el papel de Álvarez en la Selección Argentina ha sido otro cantar. Durante las recientes jornadas de clasificación para el Mundial 2026, el delantero brilló en la victoria por 6-0 ante Bolivia. En dicho encuentro, además de anotar un gol, también asistió a Lionel Messi, quien acaparó todos los titulares con su ‘hat-trick’.
Lo que ha destacado en la Albiceleste es su capacidad para adaptarse en múltiples posiciones. En lugar de limitarse al clásico papel de centrodelantero, Álvarez ha sabido adaptarse a distintas posiciones, siendo desplazado hacia la banda izquierda en varias ocasiones. Este versátil desempeño lo convierte en un jugador valioso tanto para el Atlético como para la selección, y su rendimiento en Bolivia confirmó que está preparado para asumir responsabilidades mayores en ambos equipos.
Vuelta a la LaLiga con nuevos desafíos
Después del éxito con su selección, Álvarez y sus compañeros de la Albiceleste regresan a Madrid con la mirada puesta en la jornada 10 de LaLiga, donde el Atlético enfrentará a Leganés.
Los aficionados, y probablemente el cuerpo técnico, esperan que el delantero pueda trasladar su gran forma con la selección a los terrenos de juego de LaLiga, donde se espera que sea el hombre clave para que el Atlético comience a escalar posiciones y vuelva a pelear por los primeros lugares. Con su excelente rendimiento actual, muchos ya lo consideran un firme candidato para que podamos verlo en las bet de los máximos goleadores de LaLiga, apuntando a pelear por el Pichichi.
El desafío no es menor, pero si hay algo que Julián ha demostrado, tanto en el Atlético como en la selección, es que sabe responder cuando más se le necesita. Su olfato de gol, combinado con su visión para asociarse, lo posiciona como una pieza vital en el esquema de Simeone.
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