La Gimnástica Segoviana encara una encrucijada, porque mientras en La Albuera suma victorias con solvencia, lejos de casa el equipo sufre para transformar su propuesta en puntos y, sobre todo, en goles. Con 11 puntos en la tabla, el conjunto azulgrana acude al próximo desafío ante el Real Ávila con la urgencia añadida de romper esa sequía goleadora fuera y recortar distancias en la pelea por la zona alta.
«Pleno en casa, dudas fuera»
La temporada de la Segoviana está exhibiendo dos caras bien distinta. En su estadio, La Albuera, el equipo ha sido implacable, ya que acumula tres victorias de tres partidos disputados allí. Pero lo cierto es que lejos de su feudo el bagaje es escaso, con solo dos empates (0-0 en Miramar y 2-2 frente al Valladolid Promesas) y una derrota (1-0 contra el Numancia).
Este contraste dibuja una línea roja en el rendimiento. Han conseguido 9 puntos de nueve posibles en casa frente a sólo 2 de 9 lejos. Esa fragilidad como visitante lastra sus opciones según las apuestas online para su ascenso a Primera RFEF o, al menos, de estar entre los primeros del grupo.
Durante el empate sin goles en Miramar, ante el Marino de Luanco, la Segoviana mostró orden y esfuerzo, pero no tuvo la contundencia ofensiva necesaria para romper el muro rival. Las bajas condicionaron la alineación, pero eso no fue excusa para que el equipo se vaya inquieto a su próximo encuentro.
«Una receta azulgrana con menos goles»
Uno de los aspectos que empieza a encender las alarmas es precisamente la falta de actuación ofensiva fuera de Segovia. La Segoviana está entre los equipos del grupo I que menos goles encaja, lo cual desvela solidez atrás, pero también indica que su fórmula “azulgrana” no brilla en cuanto a desborde y capacidad de generar ocasiones en terrenos adversos.
Este equilibrio defensivo parece más un salvavidas que una virtud ofensiva. Tener una defensa firme es importante, pero para competir al más alto nivel, el equipo necesita ser más audaz en ataque, especialmente cuando sale de casa.
Además, el historial de la Segoviana y su identidad azulgrana refuerzan la necesidad de que el equipo sea reconocible también por su capacidad goleadora, no solo por su fortaleza atrás.
El Clásico de Castilla, la oportunidad en casa
El próximo domingo, enfrentará en La Albuera al Real Ávila, un rival situado en la zona alta (tercero con tres puntos más que la Segoviana). Será el esperado Clásico de Castilla, un duelo que trasciende la tabla y tiene peso simbólico por la rivalidad histórica entre ambas ciudades situadas a unos 65 km.
Ese enfrentamiento parece a priori decisivo. Ganar podría suponer un golpe de moral y posicionamiento para la Segoviana, y también una ocasión ideal para reafirmar su fortaleza como local. Pero una derrota podría hundir más al equipo en la incertidumbre de no saber trasladar su versión casera al exterior y situarlo muy lejos de las apuestas fútbol de lograr de nuevo competir en una categoría superior.
Claves para la reacción
Hay algunas claves que parecen urgentes para la Gimnástica Segoviana. Entre ellas, fuera de casa debe asumir riesgos para generar más volumen ofensivo; mantener cero goles es insuficiente para aspirar arriba. Por otra parte, las ausencias condicionan, pero el club debe adaptarse a ellas y que la plantilla esté preparada para reinventarse.
Del mismo modo, debe existir consistencia mental, para que el equipo mantenga la convicción cuando juegue fuera y no se acomode en el empate, y explotar el impulso local, es decir, utilizar La Albuera como fortaleza, porque ese entorno puede ser la plataforma para recuperar confianza ante el Ávila.