Segovia da un paso decisivo en la promoción de hábitos saludables. Los campos de fútbol de Nueva Segovia —Mariano Chocolate, José Minguela y su anexo— se han sumado oficialmente a la red de "Espacios Sin Humo", una iniciativa que prohíbe el consumo de tabaco y el uso de dispositivos de vapeo en todo el recinto.

Este proyecto es fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento de Segovia, a través del Instituto Municipal de Deportes (IMD), y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Con esta incorporación, la capital segoviana ya cuenta con tres áreas protegidas (junto al Jardín Botánico y los Jardines del Alcázar), elevando a seis el total de espacios de este tipo en la provincia.

El objetivo prioritario de esta medida es desvincular el deporte del tabaquismo, especialmente ante la mirada de los más jóvenes. Según los datos del Observatorio Contra el Cáncer, en Segovia existen más de 25.800 fumadores diarios, y un preocupante 10% de ellos son jóvenes de entre 15 y 24 años.

Durante el acto de inauguración, el concejal de Deportes, Jesús Garrido, subrayó la importancia de la ejemplaridad en el entorno deportivo: “Las instalaciones deportivas deben ser un referente de hábitos saludables. Declarar estos espacios libres de humo es un paso clave para dar ejemplo a las nuevas generaciones y proteger a nuestros niños y jóvenes. Deporte y salud deben ir siempre de la mano”.

Por su parte, el presidente de la AECC en Segovia, Juan Vicente Cuesta Moreno, agradeció la implicación institucional para “establecer espacios libres de humo y vapers para proteger a los menores, y a todos los segovianos, de esta exposición”.

El peligro del "vapeo" y la nicotina

La campaña no solo pone el foco en el cigarrillo tradicional, sino que hace especial hincapié en los aerosoles de los dispositivos electrónicos. La infancia y la adolescencia son etapas críticas, ya que el 80% de los casos de tabaquismo comienzan antes de los 18 años.

Además de la señalética instalada en los campos de Nueva Segovia, la AECC reforzará esta medida con labores de formación, divulgación y servicios de ayuda para quienes deseen abandonar el hábito. El mensaje es claro: para reducir el impacto del cáncer, es esencial limitar los lugares donde la población se ve expuesta involuntariamente al humo.