La Junta y las nueve diputaciones provinciales impulsan un plan masivo de digitalización en 244 municipios para reducir un 30% las pérdidas de agua y detectar fugas en tiempo real.
Castilla y León da un salto tecnológico sin precedentes en la gestión de sus recursos hídricos. La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, a través de Somacyl, ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de digitalización del ciclo del agua que supondrá una inversión de 38,7 millones de euros. El objetivo: transformar el sistema de abastecimiento de 244 municipios de la Comunidad mediante la instalación de 174.850 contadores inteligentes.
Esta iniciativa, una de las de mayor envergadura a nivel nacional, no solo busca la modernización técnica, sino que persigue una sostenibilidad real en un contexto de cambio climático. Gracias a la tecnología de última generación, la Junta estima que se podrán reducir las pérdidas en las redes de agua en un 30% y elevar la recaudación municipal en un 25%, garantizando la viabilidad económica de los servicios públicos locales.
Tecnología de vanguardia al servicio del ciudadano
Los nuevos dispositivos no son simples medidores; se trata de contadores ultrasónicos dotados de tecnología IoT (Internet de las Cosas). Estos equipos permiten la telelectura y el envío de datos en tiempo real mediante redes 5G y NB-IoT. "Esta tecnología permitirá la monitorización continua de los consumos, la detección temprana de fugas y fraudes, y un mayor control y optimización de las redes de abastecimiento", señalan fuentes del proyecto.
Toda la información recopilada se integrará en una plataforma digital de código abierto. Esto permitirá que tanto los ayuntamientos como los propios vecinos tengan acceso a sus datos de consumo a través de un portal web, fomentando la transparencia y permitiendo un uso más responsable del agua potable.
Un calendario ambicioso y financiación europea
El despliegue del proyecto se realizará de forma progresiva. En una primera fase de seis meses, se implantará la red de comunicaciones y se instalará el 25% de los dispositivos. El resto de la infraestructura se completará en un plazo máximo de dos años, incluyendo un compromiso de mantenimiento y soporte técnico que se extenderá durante más de una década.
La financiación del plan es un ejemplo de colaboración administrativa. El proyecto se apoya en los fondos europeos FEDER y el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (NextGenerationEU), dentro del PERTE del ciclo del agua. El coste total se sufraga mediante un modelo de cofinanciación donde la Junta de Castilla y León aporta el 60%, mientras que las diputaciones provinciales y los ayuntamientos completan el 40% restante a partes iguales.





Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.167