Una vez comprobado que el cliente forma parte del colectivo que está amparado por este procedimiento, la operativa es muy sencilla. De forma automática, en la propia oficina, podrá elegir entre recibir un ingreso en su cuenta o bien destinar ese dinero a reducir el capital pendiente de pago de su hipoteca.

Fuentes de la institución financiera creen que “con esta decisión el cliente puede recuperar su dinero de una forma muy rápida, evitando demoras y gastos asociados a procedimientos judiciales. Por tanto, estamos convencidos de que es la mejor opción para el cliente, y también para el accionista de Bankia, porque ahorramos costes judiciales”.