Alfredo Matesanz no se imagina haciendo otra cosa que no sea periodismo. Empezó en la radio por casualidad y ya lleva más de un cuarto siglo detrás de los micrófonos. Asegura que lo suyo es vocación y que el secreto del directo está en saber escuchar a todo el mundo con absoluto respeto.
Comenzamos charlando sobre la profesión y sin darnos cuenta pasamos varias horas hablando de casi todo. Veinticinco años siguiendo de cerca la vida de Segovia dan mucho de si. Pero en lo que Alfredo Matesanz tiene todos los masters más que aprobados es en el conocimiento de la gente, de la persona anónima que llama todos los días a la radio, “sobre todo para que la escuchen. La gente está muy cansada de la frialdad de las ventanillas, de la distancia con los políticos. En Radio Segovia nunca jamás se ha dejado a un oyente fuera. O se la ha atendido en antena o fuera de ella, pero nunca se cuelga el teléfono. Quizá sea por esa vocación de servicio de la emisora por lo que la gente se mantiene fiel a nosotros”.
“Por otra parte, durante los setenta años que lleva la emisora abierta, una buena tanda hemos estado solos en el panorama radiofónico y eso crea memoria histórica. Ahora que lo mencionas, me consta que es cierto que todavía hay gente que tiene apuntado el teléfono de Radio Segovia al lado del de la Policía, la ambulancia o el butano, por poner varios ejemplos”.
Lo que más le gusta de su trabajo es precisamente el programa en directo que hace cada día en la SER y se lamenta un poco de no tener más tiempo para hacer periodismo local. “La información local está sometida a los grandes transatlánticos nacionales, esos que nos dejan pocas ventanas abiertas a los informadores locales. Si algo reivindico es más franja horaria para dar cabida a los asuntos que la gente quiere denunciar o simplemente contar.
No obstante, la emisora tiene previsto reforzar su presencia en los barrios a través de una buena unidad móvil, algo que está en absoluta consonancia con la vocación de servicio que tiene esta empresa. Queremos llegar hasta la noticia y radiarla en directo e “in situ”.
Queda claro que Alfredo Matesanz no tiene miedo a quedarse sólo ante el micrófono, a que los oyentes no marquen los números de la emisora. “Desde luego que hay días más flojos, pero nunca me he encontrado sólo en el programa. La gente es fiel porque es la verdadera protagonista, la que en realidad hace los guiones y se siente cómplice. Por lo demás, es muy gratificante actuar de intermediario o de agitador cuando la ocasión lo requiere. No siempre la gente se atreve a poner el dedo en la llaga, es en esos momentos cuando el periodista debe darle un pequeño empujón”.
Muchos cambios se han producido en el sector radiofónico nacional y en Segovia desde que Alfredo Matesanz se incorporó, cambios que prometen continuar en un futuro cercano. “La posible instalación a corto y medio plazo de varias emisoras en Segovia será sin duda beneficiosa en el aspecto periodístico. La competencia agudiza el ingenio de los profesionales, quienes tenemos que plantearnos constantemente la calidad de los programas ya que es muy fácil para el oyente el cambio de dial. Otra cosa es si en el aspecto empresarial es o no apropiado el aumento de emisoras.
Más de una persona se sigue preguntando por qué Alfredo Matesanz no ha dado el paso a los programas de los grandes medios nacionales. En resumidas cuentas, por qué con su estupenda voz y su profesionalidad no ha dado el salto a Madrid. “Supongo que hubo un momento en el que no supe decidir, un momento que no tiene fecha real. No sabría explicar los motivos. Nunca hay una sola razón, es una suma de circunstancias que se mezclan con ciertas dosis de miedo, comodidad, apego al terruño. Llega un momento que son demasiadas cosas y personas, la familia fundamentalmente, que te vinculan a un lugar.
Por otra parte, me encanta Segovia, valoro mucho la tranquilidad, la calidad de vida que te ofrece. Creo que a estas alturas no podría prescindir de mis pasatiempos, de la caza, las reuniones familiares y con amigos, esas pequeñas y grandes cosas que te hacen la vida más agradable”.
Hablando de gente y amigos, por Radio Segovia han pasado grandes profesionales con los que han compartido muchas jornadas de trabajo y buenos ratos. “Desde luego que hay una buena lista, Josefina, Consuelo, Pepe Castrillo, Pinto Santamaría, por mencionar a unos cuantos. Todos ellos son muy buenos profesionales de los que he aprendido mucho y grandes amigos. Lo cierto es que Radio Segovia ha sido una buena cantera de periodistas y en general Segovia, ciudad que es referencia dentro de la profesión a nivel nacional.
Además, parece que las generaciones continúan y lo digo porque de unos años a esta parte la Asociación de la Prensa ha aumentado su número de socios con la incorporación oficial y extraoficial de un nutrido número de gente joven muy interesante que está enriqueciendo mucho el ámbito periodístico”.
Esta visión optimista de Alfredo Matesanz respecto a los periodistas segovianos no se traslada a otros sectores. Alfredo cree que el pretendido desarrollo de esta provincia no va por muy buen camino.
Piensa que se están cometiendo algunos errores. “Creo que el sector de la hostelería, por ejemplo, se ha mirado demasiado el ombligo y no está evolucionando a la misma velocidad que las demandas de los consumidores. Los segovianos no acaban de creerse su ciudad y tienen que venir personas de fuera a decirnos los valores turísticos y culturales que tenemos. Falta imaginación y una buena dosis de aceptación de las críticas, que no siempre son destructivas”.
Noviembre de 1997
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