La Unión de Campesinos de Segovia-UCCL viene denunciando reiteradamente la aplicación extrema de la normativa en materia de sanidad animal por parte de la Consejería de Agricultura.

Una de las reivindicaciones históricas de la organización en este asunto es dar la posibilidad a los ganaderos realizar una prueba de contraste o contraanálisis, para poder contrastar los resultados con las pruebas oficiales en caso de desacuerdo con las mismas.

En este sentido, y tras varios años de procesos judiciales lograron que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León reconociera este derecho a través de la sentencia 00871/2014, si bien, esta sentencia fue matizada posteriormente por el Supremo tras un recurso interpuesto por la Junta de Castilla y León.

La organización agraria entiende “que el caso que nos ocupa se trata de un caso flagrante de falso positivo, debido por una parte a la edad del animal marcado (4 meses), y por otra a la situación sanitaria tanto de la explotación afectada como de las explotaciones vecinas, pues en ningún caso existe historial de positividad a tuberculosis en los últimos 20 años. Por ello,  entendemos que lo que procede en este caso es  aislar al animal hasta realizarle una segunda prueba en el plazo que marca la normativa, para demostrar, como así sería a todas luces, que no es positivo a la enfermedad, y no cambiando por tanto la calificación sanitaria de la explotación hasta verificar esta segunda prueba”.   
 
La Unión de Campesinos de Segovia-UCCL pide a la Consejería que apele a la cordura a la hora de la aplicación de la normativa sanitaria, y que evite el sacrificio del animal marcado, procediendo a su aislamiento hasta realizar una segunda prueba que verifique o no la positividad, no cambiando por tanto la calificación sanitaria de la explotación en tanto no se tengan los resultados de esta segunda prueba.