La desaceleración del Índice de Precios de Consumo se debe, principalmente, al menor crecimiento de los precios de los carburantes y de la electricidad.
Malas noticias para el gobierno y buenas para los consumidores. Los datos de recaudación que prevé el gobierno en los PGE se llevan otro jarro de agua fría. Mientras que el gobierno tenía previsto aumentar la recaudación por la subida de precios, estos muestran moderación en las subidas y muchos de los precios que componen el IPC continúan a la baja o con subidas moderadas.
El Índice de Precios de Consumo (IPC) se redujo en marzo siete décimas, hasta el 2,3% en tasa interanual, según las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), tasa coincidente con la adelantada por el INE a finales del pasado mes. Este comportamiento fue debido principalmente al menor crecimiento de los precios de los productos energéticos a pesar de los altos impuestos y, en menor medida, a la desaceleración de los precios de la alimentación no elaborada y de los servicios. En términos intermensuales, el IPC general se estabilizó en marzo (0,0%), frente al incremento del 0,6% del mismo mes de 2016.
Los precios de los productos energéticos crecieron en marzo un 11,7% interanual, 5,1 puntos menos que en febrero. Esta evolución se explica por el menor ritmo de crecimiento de los precios de carburantes y lubricantes, que pasaron del 18,5% interanual en febrero al 12,8% en marzo, así como por la desaceleración de los precios de la electricidad, 6,4 puntos hasta el 12,5%.
Alimentación
Los precios de la alimentación crecieron el 1,4% respecto al mismo mes de 2016, tres décimas menos que en febrero. La inflación de la alimentación no elaborada se situó en el 4,3%, 1,1 puntos por debajo de la del mes precedente, debido en gran medida a la desaceleración de los precios de legumbres y hortalizas frescas (15,4 puntos, hasta el 6,8%), parcialmente compensada por el mayor crecimiento de los precios de las frutas frescas (pasan del 7,6% en febrero al 10,3% en marzo). Los precios de la alimentación elaborada, bebidas y tabaco aumentaron ligeramente en marzo, el 0,1%, una décima más que en febrero, destacando el comportamiento de aceites y grasas, que moderaron 0,9 puntos el ritmo de caída, hasta el 0,7%.
Elementos volátiles
La inflación subyacente (que excluye la alimentación no elaborada y la energía, que son los elementos más volátiles del IPC) disminuyó una décima en marzo, hasta el 0,9%. Esto se debe principalmente a la desaceleración de los precios de los servicios, dos décimas hasta el 1,1%, destacando especialmente la evolución de los precios de paquetes turísticos, que pasaron de crecer el 5,9% en febrero al 0,1% en marzo, explicado en parte al distinto calendario de la Semana Santa -el año pasado se celebró en marzo y este año se celebra en abril-. Por su parte, los precios de los bienes industriales no energéticos (BINE) aumentaron el 0,6%, al igual que en el mes previo.




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