San Antonio abad, también conocido como san Antón, fue un asceta eremita al estilo de nuestro san Frutos en Segovia.
San Antonio fue santo mucho antes que Frutos. Nació en Egipto en el 251 y vivió 105 años dedicado a la oración ascética alejado del mundo.
El caso es que a san Antón le tienen por santo patrono los animalitos y los carniceros. Y a su imagen rinden culto y festejan cada año los parroquianos de Santa Eulalia y numerosos segovianos. El santo devolvió la vista a una jabalina y ella se encargó de proteger al santo. Tanto le protegió que llego a vivir 105 años. Una larga vida para la época del Imperio Romano.
Como es tradicional en Segovia, muchos vecinos se acercaron con perros y gatos. También con tortugas. Todos ellos fueron bendecidos por el cura párroco de Santa Eulalia. Los carniceros hicieron escolta al santo durante la procesión por las calles de la parroquia segoviana. Después comerían en hermandad como manda la tradición.
Y nunca faltan las dulzainas. Dulzainas y tamboriles del grupo ‘Los Pakos’ abrían la procesión que pueden observar en las imágenes de Ángel Maderuelo Avilés.






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