Aunque de un tiempo a esta parte tiene especial querencia por visitar a León -lo hace con frecuencia de incógnito-, tiene la impresión “El topillo” de que de buena gana Juan Vicente Herrera hubiera pasado ayer de acercarse a la capital leonesa. Su relación con Mariano Rajoy vuelve a ser muy distante, pero el titular de La Moncloa cumplía su anunciada visita-desagravio y al presidente de la Junta no le quedaba más remedio que hacerle los honores junto a su amigo, este sí, el alcalde Antonio Silván, más risueño aún de lo habitual después de la declaración de León como capital española de la gastronomía 2018.

Herrera estaba ayer para pocos fastos después del “membrete” en el que le ha colocado el consejero de Sanidad, Antonio Sáez, quién, por si no tuviera bastante quilombo montado en la consejería y el Sacyl, ha sido identificado como autor material del escrito firmado por determinados profesionales sanitarios de su confianza en vísperas de la masiva manifestación del pasado domingo. La situación de Sáez, que ya estaba en la picota por su nefasta gestión, se ha hecho definitivamente insostenible después de haber sido pillado con el carrito del helado, tal como calificó anoche el episodio Wyoming en su programa televisivo.

El caso es que Rajoy visitaba León tratando de sacar la pata que metió hasta el corvejón el pasado diciembre en Londres, donde se refirió al Reino Unido como cuna del parlamentarismo, ignorando que dicho titulo lo tiene reconocido León por la Unesco desde el año de gracia de 2013. A su llegada a la Colegiata de San Isidoro, donde se reunieron las Cortes de León en 1188, el ilustre visitante fué recibido con abucheos por un centenar de leonesistas -entre ellos el procurador de la UPL, Luis Mariano Santos- concentrados en las inmediaciones. Después de los discursos de rigor, Silván entregó a Rajoy una copia de los Decreta aprobados por aquellas históricas Cortes, en la confianza de que los eche un vistazo una vez agotada la lectura del "Marca".

Los que se sumaron de mejor gana a la visita fueron el consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez Quiñones, ex juez decano de León, y el presidente autonómico del PP y candidato in pectore a la presidencia de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. Este último, viendo que el gobierno Herrera vaga como auténtica alma en pena, a este paso va a acabar arrepintiéndose de haberle ganado las primarias al risueño Silván.

El topillo de Castilla y León