Este desencuentro originó ayer un intercambio de gruesas descalificaciones entre el tándem PP-C´s -en la práctica una coalición encubierta en beneficio del gobierno zombi de Juan Vicente Herrera- y los dos partidos de izquierda, que, pese a mantener entre sí una tensa relación, en esto han coincidido plenamente.

“Para salvar la cara al presidente (Herrera) y su gobierno, que no cuenten con nosotros”, dice el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, quien califica de “paripé” la propuesta de suprimir el aforamiento exclusivamente a los procuradores. En sentido similar se ha manifestado el secretario del grupo socialista, José Francisco Martín, subrayando que los casos de corrupción investigados judicialmente no afectan a los procuradores sino a la Junta. “Les obsesiona -dijo- tener que realizar el paseillo por los Juzgados”.

La pregunta es por qué motivo Ciudadanos edulcora aquí la propuesta defendida en la Región de Murcia, donde el partido naranja impuso una reforma exprés del Estatuto de Autonomía para suprimir todos los aforamientos, tanto el de los diputados regionales como el del presidente y los consejeros del gobierno autonómico.

Ni Ciudadanos ni PP son capaces de explicar por qué quieren mantener en Castilla y León ese privilegio para el presidente de la Junta y sus consejeros. Aparte del precedente sentado en Murcia, en Madrid es la presidenta de la comunidad, Cristina Cifuentes, quien promueve la iniciativa de suprimir todos los aforamientos, empezando por el suyo propio.

En el caso del PP de Castilla y León las razones por las que quiere conservar el aforamiento de Herrera y sus consejeros son obvias: su pánico a verse envueltos en los casos de corrupción (Perla Negra & pufos asociados y trama eólica) que instruyen sendos juzgados vallisoletanos. En el caso de Ciudadanos la única explicación de tan sospechosa posición sería que sus principales dirigentes se relamen pensando que a la vuelta de las próximas elecciones autonómicas van a ocupar varias consejerías en el futuro gobierno de coalición con el PP de Fernández Mañueco. Con lo cual, al no querer suprimir el aforamiento de presidente y consejeros, están preservando un privilegio que piensan disfrutar directa y personalmente. ¡Anda que no se les ve el plumero…!