Justino Santos, artista recientemente fallecido, donó una serie de grabados a la Diputación de Segovia.
![[Img #9286]](upload/img/periodico/img_9286.jpg)
A Justino Santos, dicen sus allegados, se le recordará como montañero y como apasionado del arte y de la cultura, algo que quedará grabado, y no existe mejor palabra que ésta, bajo su última cima con el grupo de montaña Etorkizuna.
Natural de Navas de Oro, llevaba más de medio siglo afincado en el País Vasco, algo que no le impedía ver más allá de las verdes montañas el paisaje árido que dejó atrás y que le llevaría a encontrar los lazos entre la cultura bilbaína y la segoviana en una serie de aguafuertes, aguatintas y fotograbados a los que, ayudado por el experto en esgrafiados Rafael Ruiz, puso por título ‘Encajes de cal y arena’ y que, antes de su fallecimiento, donó al Instituto de la Cultura Tradicional Manuel González Herrero de la Diputación de Segovia para contribuir a difundir esa peculiaridad arquitectónica que ornamenta por doquier fachadas de Segovia capital y pueblos de la provincia.
A lo largo de todo el mes de mayo, tres de esos encajes se podrán observar en el zaguán de entrada del Palacio Provincial. La obra de Santos empezó a itinerar por los municipios segovianos el año pasado; y parte de ella quedará exhibida hasta el próximo 31 de mayo para ser visitada, de lunes a viernes, de 9:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas.







Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.27