Caso de que finalmente se aprueben, algo que está por ver, los Presupuestos Generales del Estado de 2018 no van a pasar a la historia precisamente por su sensibilidad hacia determinadas inversiones prioritarias que lleva años demandando Castilla y León. Del total de un 1.002 millones de euros de inversión, un 1 por ciento más que el año anterior, más de un 40 por ciento de dicha cuantía se concentra en las líneas del AVE que atraviesan la comunidad con destino a Galicia (234 millones), Asturias (109) y País Vasco (59,5).

Las autovías imprescindibles para seguir vertebrando esta invertebrada comunidad siguen al ralentí, caso de la A-11 (Valladolid-Soria) o prácticamente atascadas, como la A-60 (Valladolid-León), a la que tan solo se destina una partida de 8,4 millones de euros, parte de ellos dedicados a la redacción de proyectos.

Las enmiendas parlamentarias presentadas por los distintos grupos apenas van a incrementar las dotaciones previstas. Las 208 promovidas por el PSOE, que aumentarían en más de 500 millones el volumen de inversión, están condenadas de antemano al fracaso. Y otro tanto ocurre con las más de 70 enmiendas, por importe superior a los 400 millones, presentadas por Unidos Podemos, que hacen especial hincapié en la mejora o recuperación del ferrocarril convencional (165 millones), así como en la reactivación económica de las comarcas mineras (105 millones).

A cambio de apoyar los Presupuestos, Ciudadanos ha colocado en el dictamen que hoy comienza a debatir el pleno del Congreso las nueve enmiendas, una por provincia, propuestas desde el partido en Castilla y León, que en total ascienden tan solo a 7,3 millones de euros. Y su parte, el grupo popular se ha limitado a incluir una única enmienda que eleva a 900.000 euros la partida inicialmente prevista (medio millón) para apoyar los fastos conmemorativos del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca.

En el supuesto caso de que los Presupuestos consigan salvar el listón del Congreso, cosa que está en manos del PNV, el PP tiene previsto incluir en el Senado alguna migaja más que maquille la inversión pública en Castilla y León, como sería la de incrementar la irrisoria partida destinada a la autovía León-Valladolid. Y no hay mas cera que la que arde.

El topillo de Castilla y León