Tras el mutis por el foro de Alberto Núñez Feijóo, que era a priori el gran favorito, Soraya Sáez de Santamaría acaba de incorporarse a la carrera sucesoria abierta en el PP y en cuestión de horas se espera que haga lo propio María Dolores de Cospedal. Aunque hayan saltado a la palestra otros candidatos, ambas están abocadas a enfrentarse a cara de perro por heredar el trono que deja vacante Mariano Rajoy. Cospedal no hubiera dado el paso si Feijóo no se hubiera arrugado, pero la retirada del gallego obliga a la todavía secretaria general entrar en liza si no quiere que la carrera se convierta en un paseo triunfal de la ex vicepresidenta.

Queda por ver ahora como se distribuyen los apoyos en el seno del PP de Castilla y León, cuya pretendida posición unitaria ya se ha visto rebasada por los acontecimientos a raíz de que los dos diputados abulenses, Pablo Casado y José Ramón García Hernández, se hayan situado, cada uno por su cuenta, en la pista de salida.

La retirada de Feijóo constituye una mala noticia Juan Vicente Herrera, que se ve privado del que sin duda era su candidato preferido y con el que mantiene una plena sintonía personal y política. En principio, de tener que optar entre Soraya y Cospedal, Herrera y sus fieles se decantarían sin duda a favor de la primera. Sin embargo, el apoyo del intrincado Fernando Martínez Maillo a la ex vicepresidenta le convierte en un incómodo compañero de viaje a ojos los afines al presidente de la Junta, para los que ha venido siendo una auténtica “bestia negra”. A la espera de que se vaya despejando el panorama, lo que Herrera ve con muy buenas ojos es la presencia en escena de Pablo Casado, al que en su momento llegó a barajar incluso como posible sucesor suyo en el PP de Castilla y León.

La ruptura entre Martínez Maillo y Cospedal constituye a su vez un elemento de distorsión dentro del bloque que, encabezado por el presidente autonómico del partido, Alfonso Fernández Mañueco, ha sido siempre afín a la secretaria general. Por de pronto, se da por descontado que el PP de Zamora se empleará a fondo a favor de la candidatura de Soraya. Y queda por ver hasta donde llegan los tentáculos de Maillo para captar adeptos a favor de la ex vicepresidenta en otras provincias hasta ahora alineadas con Cospedal.

En cualquier caso, la batalla está servida, mal que le pese a cúpula dirigente del PP en Castilla y León que se aferraba a la quimera de una candidatura única para no tener que mojarse.

El Topillo de Castilla y León