Sea porque la Navidad enternece los corazones, sea porque no es cuestión de malgastar munición cuando queda mucha batalla por delante, el hecho es que el Comité Autonómico celebrado ayer por el Partido Socialista de Castilla y León discurrió por cauces inesperadamente pacíficos. Aunque quedaran de manifiesto las diferencias entre los dos bandos enfrentados, el debate en torno al presente y el futuro del partido (más de tres horas y cerca de 30 intervenciones) estuvo exento de crispación.

Naturalmente, los seis secretarios provinciales alineados con el “susanismo” discreparon del discurso mantenido por el secretario autonómico, Luis Tudanca, quién marcó territorio con una intervención inicial contraria a la abstención que facilitó la investidura de Mariano Rajoy y favorable a la convocatoria “lo antes posible” de las primarias y el congreso federal. No obstante, hubo matices y no fue igual de conciliadora la intervención del soriano Carlos Martínez que la del salmantino Fernando de Pablos, últimamente el barón provincial más sulfurado. No dijeron esta boca es mía ni el ex secretario autonómico Julio Villarrubia, ni la presidenta de la Ejecutiva, Soraya Rodríguez, ni el diputado por Ávila, Pedro J. Muñoz, el mandatado desde Sevilla para coordinar los apoyos a la baronesa andaluza.

Quien sí intervino fue el repetido ex (secretario autonómico, secretario federal de Organización, portavoz socialista en el Senado) y actual senador por la comunidad autónoma, Óscar López, quien se sumó al tono conciliador, si bien deslizó alguna que otra puyita dirigida a su entrañable compañero Villarrubia.

Agotado el debate de fondo, el comité se enredó con la discusión acerca de dos resoluciones centradas en los plazos de convocatoria de las primarias y del congreso federal, sobre cuya votación discreparon la secretaria autonómica de Organización, Ana Sánchez, y el propio presidente del Comité Autonómico, José Miguel Palazuelo. Finalmente, a instancias del soriano Martínez, se optó por no someter a votación ninguna de las resoluciones, lo que impidió comprobar la correlación de fuerzas existente en el máximo órgano entre congresos de los socialistas de Castilla y León. En términos ajedrecísticos, puede concluirse que ayer las dos partes contendientes decidieron pactar tablas.