Fernández, que ya había comenzando diciendo que la actitud de Herrera era digna del “Ensayo sobre la ceguera” de Saramago, inició el reparto adjudicando al presidente de la Junta un lote de tres premios, los denominados “Mentiroso compulsivo”, “Cinco horas con Mario” y “El hundimiento”. El primero y el tercero no necesitan explicación; el segundo guarda relación con la calificación de “zombi político” que atribuye a Herrera el portavoz de Podemos.

Al vicepresidente y consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, le cayeron dos premios muy relacionados entre sí, “La mano que mece la cuna” y “Dos hombres y un destino”, según explicó Fernández “por ser el hacedor en la sombra de todo lo que realiza Herrera”. A otros dos, los titulados “Todo se desmorona” y “Toma el dinero y corre”, se hizo acreedora la consejera de Economía, Pilar del Olmo, mientras el titular de Sanidad, Antonio Sáez, fue distinguido con los galardones “El verdugo” y “No me chilles que no te veo”, este último por su pasmosa impasibilidad ante las clamorosas protestas provocadas por su gestión.

También recibieron premios a pares los consejeros de Educación, Empleo y Agricultura. “La metamorfosis” y “Giro al infierno” fueron los otorgados para reconocer la transformación ideológica de Fernando Rey. Los viajes sufragados por la Junta para vender en el extranjero las excelencias del “dialogo social” en Castilla y León le valieron a Carlos Fernández Carriedo los premios “El turista” y “Los viajes de Gulliver”. Y “Otelo” y “Rebelión en la granja” fueron los galardones adjudicados a Milagros Marcos, por su aplicación “en desmontar la gestión de su antecesora en el cargo”.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, para mayor inri juez en excedencia, se hizo acreedor al premio “El fuera de la Ley” por el aluvión de sentencias en contra recaídas sobre su consejería. La titular de Familia fue distinguida con el premio “Alicia en el país de las maravillas” y la de Cultura, Josefa García Cirac completó el palmarés con el premio “Lo que el viento se llevó”, alusivo al vaciado de competencias de su consejería a favor de la opaca Fundación Siglo.

Y para quedarse del todo a gusto el portavoz de Podemos adjudicó nada menos que cuatro accésits al presidente autonómico y candidato del PP a la presidencia de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco: “Retorno al pasado”, “El gran dictador”, “Los santos inocentes” y “Más dura será la caída”.

El Topillo de Castilla y León