Por mucho chute de autoestima que se insufle con convenciones como la del pasado fin de semana, raro es el día sin sobresalto en el PP de Castilla y León. Sin ir más lejos, durante el propio cónclave madrileño se conoció la inscripción de un nuevo partido denominado “Por Ávila” que anticipa una inminente escisión en el otrora todopoderoso PP abulense, refugio de acogida parlamentaria del palentino Pablo Casado.

La nueva formación es la respuesta al grosero “dedazo” con el que Casado designó a la nueva “alcaldable” de la capital, Sonsoles Sánchez. En concreto la reacción del todavía del presidente de la Diputación, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, que, como frustrado candidato a dicha alcaldía, resultó ser el gran damnificado de dicho “dedazo”.

Consciente de que en Génova tiene puesta la cruz asimismo para no repetir en la presidencia de la Diputación, a la que accedió en su día mediante un golpe de mano contra la anterior dirección provincial del partido, Sánchez Cabrera ha decidido adelantarse a su defenestración. Y ahí está “Por Ávila”, entre cuyos promotores figuran personas tan próximas a él como dos de miembros del personal eventual de la Diputación de libre designación del presidente, uno de ellos el jefe de Protocolo.

Pese a que de momento no se ha vinculado al nuevo partido, Sánchez Cabrera no asistió a la convención del fin de semana y ya ha recibido la oferta -aquí tampoco hacen falta ningún paripé de primarias- para encabezar la candidatura de “Por Ávila” a la alcaldía de la capital. Ello con el consiguiente recochineo hacia el presidente provincial del PP, Carlos García, a la sazón vicepresidente de la Diputación, que tiene que tropezarse en ella con los promotores del nuevo partido. En definitiva, que al PP abulense le ha salido un grano en salva sea la parte.

En Soria el grano es más bien una fístula anal.. Ni harto de orujo para hacer tragable el farinato se creen en María de Molina, cuartel general del minarete autonómico del PP, el sondeo recogido aquí ayer que le otorgaba dos de los cinco procuradores a elegir por la provincia en las próximas elecciones autonómicas. El PP soriano está desintegrándose a pasos agigantados, sumando escisión tras escisión. El grupo de diputados provinciales y alcaldes díscolos invitados en su día a irse del partido ha desembarcado en la Plataforma por el Pueblo Soriano (PPSO), una escisión anterior liderada por el sempiterno alcalde de Almazán y ex procurador, Francisco de Miguel. Y la guinda la ha puesto el ex presidente de la Diputación y ex secretario provincial del PP, Antonio Pardo, al incorporarse asimismo a dicho partido y anunciar su candidatura a la alcaldía de El Burgo de Osma, municipio del que ya fue alcalde.

Si a ello se añade la irrupción de Vox y la presencia, aunque sea bastante capitidisminuida, de Ciudadanos, el panorama que tiene el PP en Soria es como echar a temblar. Si no quiere hacer las cuentas de la lechera, ya puede ir descontando Alfonso Fernández Mañueco ese segundo procurador que aparece en el sondeo de Electomanía. Y ya veremos si el PP no acaba siendo la tercera o cuarta fuerza política en la provincia.

El Topillo de Castilla y León