Todo comenzaba cuando en el exterior, en el margen derecho del paseo, aparecía un agujero que obligaba a declarar la obra de emergencia para averiguar su causa. Con cautela para no provocar daños mayores teniendo en cuenta que se desconocía el estado real de la zona, se procedía hasta comprobar que el causante del agujero había sido el desplome de parte de uno de los hastiales del colector y parte de la solera del mismo paño.

A partir de ese instante, de forma inmediata, se iniciaban los trabajos en el paño dañado, 10 metros de pared que se han reconstruido. Primero era necesario retirar las tierras para poder acceder a la zona afectada y desviar la tubería de las aguas residuales. A partir de ese momento, la empresa encargada podía empezar a trabajar para reponer la solera y el hastial caído, levantando el muro de un metro de espesor y dos metros de alto.

También ha sido preciso reponer los servicios afectados durante las obras, alumbrado y riego por goteo, así como las arquetas que han debido reponerse. Por último, se ha colocado el vallado y acondicionado con jabre el camino del paseo del Clamores.

Como ha comprobado la concejala de Obras, Paloma Maroto, acompañada de los responsables de los trabajos y del personal municipal, la zona ha recuperado la normalidad y se ha abierto al paso habitual de los viandantes.

Debido a la complejidad de los trabajos y los efectos de la propia meteorología, las obras se han prolongado durante un mes e invertido unos 38.000 euros.