Diríase que celoso del juego político-mediático que están dando los “viernes sociales” del gobierno de Pedro Sánchez, el vicepresidente Joseantonio “Pica” de Santiago-Juárez ha aprovechado su regreso en carne propia a la portavocía de la Junta, que hasta ahora dirigía con el mando a distancia, para instaurar los “jueves del portacoz”, que sin duda van a animar el cotarro de aquí al 26 de mayo y puede que incluso parte de junio (dependerá de si el susodicho se coloca en la candidatura que encabeza su patrocinada al ayuntamiento de Valladolid).

Es cierto, para qué nos vamos a engañar, que, entre las muchas virtudes y habilidades que reúne su nunca bien ponderada persona no figura la de estar dotado para provocar la carcajada por su fino sentido del humor. Ni siquiera en el ámbito privado o en circunstancia distendida me lo imagino contando chistes con una pizca de gracia, facultad que, fíjense que cosas, tiene acreditada alguien tan aparentemente soso como el consejero-chico-para-todo Carlos Fernández Carriedo, quien, al menos en cierta ocasión, regocijó a los plumillas con todo un alarde de chispa humorística.

A “El topillo” le consta que en alguna de esas ocasiones distendidas, verbigracia la comida "de hermandad" con la que el sacrificado equipo de campaña celebraba el éxito electoral en la bodega de preferencia herreriana, Pica ha llegado ha provocar la hilaridad, pero ello no fue por su sentido del humor sino por su falta de habilidad para mover el esqueleto. Vamos que, aunque le cueste admitirlo, ni siquiera él es perfecto, y desde luego no está especialmente dotado para emular a Leo Harlem o J.J. Vaquero, por citar dos referentes que nos son muy próximos. Lo suyo es más bien una ironía un tanto avinagrada, mas cercana a la humorada que al propio humor.

Pero después de un tiempo sin ejercer directamente la portavocía, Joseantonio andaba también con mono de micrófono y cámara y ha decidido convertir la rueda de prensa oficial del Consejo de Gobierno de la Junta en su particular “club de la comedia”. A estas alturas de degradación del gobierno zombi que preside el “pato cojo” Herrera cualquier cosa es posible, en este caso con la particularidad de que Pica, que sigue cobrando íntegra su remuneración como cargo público con dedicación exclusiva, lleva semanas ejerciendo a la vez de “director e campaña” de la candidata del PP a la alcaldía de Valladolid, Pilar del Olmo, quien a su a su vez compatibiliza y mezcla ese cometido electoral con su función como consejera de Economía y Hacienda, por la que percibe una retribución superior a los 100.000 euros anuales.

Una amenaza-fantasma marca de la casa.- Ironías al margen, esa infumable mezcolanza entre las obligaciones institucionales y los intereses electorales directos de “Pica” y su patrocinada es la que sin duda explica la inaudita amenaza que se permitió deslizar ayer el primero contra el hasta ahora procurador Manuel Mitadiel, quien al denunciar ante la Fiscalía la presunta malversación detectada en los sobrecostes del Hospital de Burgos no ha hecho otra cosa que cumplir con su obligación política y ciudadana. Y es que ocurre que la financiación pública del semiprivatizado hospital burgalés constituye uno de los varios agujeros negros que jalonan la gestión de la todavía consejera Del Olmo. Ya le digo yo a Mitadiel que, salvo que haya sido tan incauto como otros políticos que han caído en la trampa de visitar a Joseantonio en su despacho del Colegio de la Asunción, que espero que no haya sido su caso, las amenazas del todavía vicepresidente puede tomárselas a beneficio de inventario. Como una amenaza fantasma más marca de la casa.

Por lo demás, seguiremos atentos a los “jueves del portacoz”, que, aunque sea con tan retorcido sentido del humor, sin duda van a dar mucho juego a esta sección durante las próximas semanas. Por razones que se me escapan, está exultante (insultante lo ha estado siempre) y dispuesto a amenizar este tiempo electoral.

Y por cierto “El topillo” sigue expectante por conocer el nombre del “profesional de reconocido prestigio” que ha de ser designado por su glorioso dedo presidente de la macrocomisión diseñada para organizar los dos debates entre candidatos a la presidencia de la Junta a celebrar dentro de la campaña electoral de las próximas elecciones autonómicas. Joseantonio “Pica” de Santiago, que ha bendecido -en algún caso incluso inducido a través de alguno de los jurados previamente nombrados por él- a todos los distinguidos con el premio “Francisco de Cossío” a la trayectoria profesional desde que llegó a la consejería de la Presidencia, tiene donde elegir.

Pese al dudoso honor que a mi juicio comporta dicho nombramiento (máxime habida cuenta de la aureola de gafe que siempre ha acompañado a “Pica”), son muchos los que se sentirían honrados y aceptarían encantados la presidencia de esa comisión. Tantos como los agraciados por la millonaria “chequera mediática” que Joseantonio ha manejado con la discrecionalidad más absoluta desde que fuera nombrado consejero mecedor de la cuna presidencial.

El Topillo de Castilla y León