Un centenar de peregrinos recorrían el pasado fin de semana los 11,2 kilómetros que unen Puebla de Pedraza y Sebúlcor en la cuarta etapa del Camino de San Frutos. En esta nueva y penúltima entrega los caminantes han transitado por un itinerario de una dificultad baja.

La expedición partía de la Plaza de Toros de Segovia con dirección a Puebla de Pedraza, donde dio comienzo el primer tramo de la ruta, de 6,8 kilómetros. Una vez allí se salía del casco urbano para tomar un camino que desemboca en la carretera que se dirige a Valdesimonte.

Cruzada la carretera, la vereda conducía por el lateral de unos campos que en la actualidad se utilizan para la práctica del golf y que ha llevado a los caminantes hasta el camino de Rebollo. Un camino de concentración, ancho y muy visible, que une las localidades de Cantalejo y Rebollo.

Después se seguía hasta Sebúlcor durante otros 4,4 kilómetros. La salida de Cantalejo se realizaba por la carretera que conduce a Sepúlveda y que transita por el pinar de la localidad hasta la zona polideportiva.

Al final de esta zona, la expedición tomaba un amplio camino que por campos de labor los llevó a cruzar la carretera entre Cantalejo y Sebúlcor, donde aparece una vereda que llevó al grupo hasta esta localidad, muy ligada al Camino de San Frutos, a la que se ha llegado sobre la una de la tarde. Allí el Ayuntamiento ha invitado a agua y fruta a todos los senderistas participantes antes de emprender el regreso en el autobús

Los caminantes han tenido la oportunidad se seguir sellando su credencial, que acredita su participación en la peregrinación.