Mentiría si afirmo que el gobierno zombi que preside el “pato cojo” Juan Vicente Herrera sigue desbordando mi capacidad de asombro. Vista la deriva por la que viene deslizándose hace tiempo, a estas alturas ya no sorprende en él cualquier astracanada. Sin ir más lejos, la que protagonizó ayer la ínclita consejera de Economía y Hacienda y candidata del PP a la alcaldía de Valladolid, Pilar del Olmo, quien, tratando de desfacer su propio entuerto, se descolgó diciendo que tenía que pedir permiso a Herrera para asistir a un debate electoral que previamente su equipo de campaña -el que dirige el vicepresidente de la Junta y numero dos de su candidatura, Joseantonio “Pica” de Santiago-Juárez- había aceptado.

Ocurre que Del Olmo quería eludir el debate programado este jueves por SER Valladolid, alegando como excusa sobrevenida que la cita coincidía con la habitual reunión del Consejo de Gobierno de la Junta, coincidencia sobradamente conocida antes de haber comprometido su asistencia. Y como quiera que la SER afeó duramente esa actitud y se negó a aceptar la participación de otro miembro de la candidatura -ayer mandó al número 9, el ex senador Alberto Gutiérrez, a un debate convocado por Ecologistas en Acción- la alcaldable del PP salió con lo del permiso de Herrera, trasladando así su responsabilidad como candidata (siquiera aunque solo sea supuestamente) al presidente “pato cojo” del gobierno autonómico.

El dislate no es si no consecuencia de la desfachatez política que supone el hecho sin precedentes de que una consejera de la Junta se aferre al puesto siendo a la vez candidata a una alcaldía, impresentable posición compartida por el citado vicepresidente y por las dos viceconsejeras de la consejería de la Presidencia, asimismo integrantes de la candidatura encabezada por Del Olmo.

Otras zumbadas de los consejeros zombis.- Entretanto, aunque permanece bastante lejano de los focos, el resto del diezmado gobierno zombi sigue por ahí vagando como alma en pena. Patéticos resultan los esfuerzos de esa especie de “zarza ardiente de Moisés” que es el consejero de Sanidad, Antonio Sáez, por tratar de desviar la responsabilidad de su desastrosa gestión hacia la ministra de Sanidad, María Luis Carcedo. Y ello al mismo tiempo que crítica que, Carcedo, formando parte de un gobierno en funciones, convoque el Consejo Interterritorial para plantear a los consejeros de las comunidades autónomas cuestiones de futuro.

¿Qué piensa entonces Sáez de las urgencias que le han entrado a su colega de Educación, Fernando Rey (al que, como a él, le quedan cuatro telediarios en el cargo), para aprobar, pese al rechazo mayoritario de la comunidad escolar, una orden regulando la enseñanza bilingüe en Castilla y León. Pues ahí esta Rey dispuesto a despedirse del cargo perpetrando un modelo apoyado por sin reservas por las patronales de las enseñanzas privada y concertada y rechazado por la totalidad de los sindicatos, así como por las asociaciones que representan a la mayoría de padres y alumnos de la enseñanza pública.

¿Y que decir del atribulado consejero de Fomento (supuestamente también de Medio Ambiente), Juan Carlos “Pañuelitos Suárez -Quiñones, quien bastante tiene con tratar de enmendar los continuos errores de su consejería. Este martes el Bocyl publicaba hasta seis “correcciones de errores”, seis, corrigiendo otras tantas Órdenes dictadas por la consejería en relación con el pago de ayudas cofinanciadas por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER).

“Desleal” ardor de estómago.- Y como guinda por hoy del penoso fin de ciclo que esta protagonizando el gobierno zombi de la Junta: Funcionarios y empleados públicos de la Administración Autonómica ofrecen este miércoles, al término de su jornada laboral y en una cafetería próxima al Colegio de la Asunción, un vino “de despedida y agradecimiento” al hasta ahora director general de Ordenación del Territorio, Luis Miguel González Gago, convocatoria realizada como “reconocimiento a su trabajo y dedicación ejemplar al servicio público”. González Gago es el alto cargo público de la Junta, que, al renunciar a su puesto para presentarse a las elecciones autonómicas, fue puesto en la picota por el vicepresidente, consejero y portavoz de la Junta, quien, acusándole de “deslealtad”, aireó públicamente que no se le agradecerían los servicios prestados, como así se confirmó en la publicación de su cese en el Bocyl.

Ni que decir tiene que dicho vino les va a producir sin catarlo un fuerte ardor de estómago al inefable Pica y sus secuaces adláteres… (Si sirve de algo, en estos casos a “El topillo” le va bien una dosis previa de Pepcid, o, su defecto, como alivio posterior el consabido sobre de Almax)

El Topillo de Castilla y León