Cantado estaba que los nombramientos de los nuevos altos cargos de la Junta iban a depararnos más de una sorpresa y este jueves, en que el Consejo de Gobierno aprobaba una tacada de más de veinte, ya hemos tenido una y de las gordas. Y no ha sido en el bando del PP, del que después de lo de Maroto cabe esperar cualquier cosa, sino en el de Ciudadanos y muy concretamente en la consejería creada a mayor gloria del vicepresidente Igea.

A falta de las nuevas estructuras orgánicas, el Bocyl publicaba por la mañana jueves un decreto del presidente de la Junta dando carta de naturaleza a ocho viceconsejerías, que son tres más de las existentes hasta ahora. Y a mediodía se conocían los titulares de seis de ellas, entre los que chirria, y de qué forma, el del flamante consejero de Transparencia y Calidad de los Servicios, Fernando Navarro Hernández. ¿Y quien es Navarro Hernández? Pues un madrileño hasta ahora afincado en Baleares, circunscripción por la que ha sido diputado del Congreso en la última legislatura, durante la que compartió bancada naranja con el propio Igea.

En las pasadas elecciones generales el fichaje de Joan Mesquida por Ciudadanos desplazó a Navarro al segundo puesto de la lista naranja por Baleares, fracasando en su intento de renovar el escaño. Y en estas su amigo y correligionaria Igea se marca “un maroto” y lo repesca como flamante numero dos de su consejería. Toda una muestra más, y no se sabe ya las que van, de “regeneración democrática”...

El baile de nombramientos ha deparado mas de una curiosidad, como es el regreso a la consejería de Presidencia -ahora como director general de los Servicios Jurídicos- de Luis Miguel González Gago, el ex alto cargo que, al renunciar para presentarse a las elecciones autonómicas, se encontró con que el anterior consejero y vicepresidente, José Antonio de Santiago-Juárez, le acusaba de públicamente de “deslealtad” y se negaba a agradecerle los servicios prestados.

Una de las viceconsejerías de nueva creación, denominada de Infraestructuras y Emergencias, ha servido para que el PP encuentre por fin colocación a su ex portavoz en la Diputación de Segovia. José Luis Sanz Merino. Sanz Merino es el frustrado candidato del PP a la alcaldía de Segovia al que Pablo Casado dejó en la estacada en el último momento para sustituirlo por un antiguo colega de Nuevas Generaciones. Después de aquel desaire, se le compensó incluyéndole en la lista del Senado, con tan mala fortuna que fué el único de los tres candidatos del PP que no consiguió el escaño. Y ahora Fernández Mañueco, a instancias del secretario autonómico del partido y padrino político del susodicho, Francisco Vázquez, se lo ha colocado a “Pañuelitos” Suárez Quiñones, quien no ha tenido mas remedio que cargar con el mochuelo.

El Topillo de Castilla y León