El Procurador del Común de Castilla y León pide el reconocimiento de las personas con Alzheimer como personas mayores con discapacidad.
Las quejas ponían de manifiesto que en Castilla y León las personas afectadas por el Alzhemier se incluyen a efectos de subvenciones y plazas residenciales en el grupo de personas mayores y no en el de discapacidad, viendo sensiblemente reducidas las prestaciones.
Un enfermo de Alzheimer tiene una plaza concertada en un centro de día a un precio de 22,96 € por día, mientras que una personas con discapacidad en la misma situación percibiría entre 32,72 € y 43,12 € por día, una persona con enfermedad mental tendría plaza concertada en un centro de día por un precio de 44 € y una persona con autismo tendría una plaza concertada por 51,95 €.
El Procurador del Común recibió varias quejas en las que se ponía de manifestó la discriminación que, para las personas afectadas por el Alzheimer, genera el hecho de no encontrarse incluidas en el grupo de personas con discapacidad sino de personas mayores, considerando que esta situación no se corresponde ni con los parámetros de dependencia ni de discapacidad.
Esta circunstancia se justifica por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades afirmando que el Alzheimer afecta principalmente a personas con 65 años o más y es una de las principales causas de dependencia en la vejez, de forma que su principal factor de riesgo es la edad.
En un principio la enfermedad de Alzheimer se contemplaba como una evolución lógica de la edad y era sinónimo de envejecimiento. Incluso, posteriormente, vino a denominarse "demencia senil" (un estadio de pérdida de las facultades mentales vinculada a la edad). Pero el tiempo ha venido a demostrar que esto no es exactamente así.
La edad es probablemente el principal factor de riesgo de contraer esta enfermedad, que sin embargo afecta también a colectivos más jóvenes de la población. Es, pues, una enfermedad neurodegenerativa que puede afectar a cualquier persona. En torno al 10 % de los casos se corresponden con los denominados “enfermos jóvenes”, es decir, aquellos que cuentan con una edad inferior a los 65 años, habiéndose incluso diagnosticado la enfermedad (de manera extraordinaria) en personas de poco más de 35 años.
Las Asociaciones del sector cada vez atienden a más personas con edades comprendidas entre los 42 y 60 años, que no deberían ser encuadradas en el sector de personas mayores. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya llamó la atención sobre el hecho de que la enfermedad de Alzheimer debe considerarse como una "discapacidad", definida como "toda restricción o ausencia de capacidad de realizar una actividad de la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano."
Para el Procurador del Común teniendo en cuenta los diferentes estudios y normativa considera que es necesario el reconocimiento de una persona con Alzheimer como persona mayor con discapacidad a todos los efectos.
También es necesario el reconocimiento de los centros destinados a enfermos de Alzheimer como centros de atención a personas con discapacidad neurodegenerativa (con independencia de su catalogación, asimismo, como centros para personas mayores).
El Ministerio de Sanidad incluyó dentro de los servicios dirigidos a las personas con discapacidad el Centro de referencia estatal de atención a personas con Alzheimer y otras demencias de Salamanca. Pero la falta de reconocimiento de ambas conclusiones por parte de las políticas sociales de Castilla y León ha venido a generar importantes repercusiones (económicas y, en consecuencia, asistenciales), situando a las personas con Alzheimer en un estado de desventaja frente al resto de personas con discapacidad.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.138